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Rolando Alvarenga
@DiarioCoLatino
“De Nairobi, la capital de Kenia, siempre guardo y guardaré gratos recuerdos, por haber vivido allí mi primera experiencia de alta exigencia deportiva universal”, expresa el joven marchista de San José Guayabal, Gilberto Menjívar, quien en 2017 estuvo en aquella ciudad africana participando en el Mundial de Marcha U-18.
El tema viene al caso y al presente en ocasión de la participación del velocista salvadoreño, Samuel Ibañez en la prueba de los 400 Metros con Vallas en las competencias del Mundial de Atletismo U-20. En consecuencia hay que remontarse a los antecedentes deportivos de representantes de El Salvador en la citada e histórica ciudad africana, una de las más pujantes del continente.
El ex becario del programa FESA relata que por aquellos días que con su entrenador Ricardo Reyes estuvieron por allá, el clima estaba muy frío, pero se sentía el calor y buen trato de la gente profesando mucho respeto y atención para con el extranjero. La mayoría de atletas que asistíamos al Mundial tuvimos la oportunidad de visitar el impresionante Safari con cualquier cantidad de animales para todos los gustos, rodeados de un increíble bosque adaptado a su medio ambiente.
“En el plano deportivo cumplimos de la mejor manera posible nuestra participación y finalizamos en la casilla 13 en la marcha de los diez kilómetros parando las agujas del reloj en 44 minutos, 14 segundos y 02 décimas y al siguiente año nos clasificamos para competir y sacamos un buen resultado en el Mundial de Finlandia”, expresa Menjívar.
A pocas horas de la gran prueba para su compañero de atletismo, (Samuel Ibañez), el humilde y exitoso “Hijo Meritísimo de San José Guayabal”, le manda sus buenas vibras, aconsejándole concentración total y recordándole que con la mentalidad positiva todo es posible y hay que dejar el cuero sobre la pista, por que los límites se los pone cada quien. “Piensa en el país, en tú familia, tus amistades y en todo el esfuerzo que has hecho para estar allí y que con fe, no hay imposibles. De principio a fin, disfruta la competencia”, es el mensaje de Menjivar para Ibañez.
Gil es un orgullo patriótico y familiar porque cuando no está en la práctica deportiva, se dedica a las labores del campo en su natal San José Guayabal. Revestido de mucha humildad y espíritu laborioso, es muy diestro en el cultivo de frutas y hortalizas. Además, también sabe conducir muy bien, en lo claro y en lo oscuro, la carreta de bueyes. Sostiene que siempre ha trabajado en el campo, ayudando a la familia y que esta labor le sirve de mucho para fortalecer su condición física. Es más, no mayor de 21 años, el Gil de este cuento trabaja en la capital y está cursando estudios universitarios.
