Alberto Romero de Urbiztondo
@aromero0568
El 2 de diciembre ha muerto Valéry Giscard d’Estaing, presidente de Francia de 1974 a 1981, católico y de centro derecha, pero con una acción reformadora importante, aprobó el divorcio por mutuo consentimiento, reconoció el creciente protagonismo de la juventud rebajando la mayoría de edad de 21 a 18 años, flexibilizo el uso de anticonceptivos y legalizó el aborto.
La propuesta de legalizar el aborto fue presentada por el propio Gobierno de Giscard d’Estaing, que encargó a Simone Veil, su ministra de Sanidad y la única mujer de su Gobierno, la elaboración y defensa de la Ley que despenaliza el aborto a solicitud de la mujer. Posteriormente, en una visita a el Vaticano que realizó el expresidente francés, el papa Juan Pablo II (máximo dirigente de la Iglesia católica) le reprochó que siendo católico, hubiera aprobado la despenalización del aborto y Giscard d’Estaing le contestó: “Yo soy católico, pero soy presidente de la República de un Estado laico. No puedo imponer mis convicciones personales a mis ciudadanos… Comprendo, el punto de vista de la Iglesia católica y, como cristiano, lo comparto. Juzgo legítimo que la Iglesia católica pida a aquéllos que practican su fe que respeten ciertas prohibiciones. Pero no es la ley civil la que puede imponerlas con sanciones penales, al conjunto del cuerpo social”. Y dejando claro la separación que un gobernante debe de hacer entre sus creencias religiosas personales y el ejercicio de su función pública, añadió: “Como católico estoy en contra del aborto; como presidente de los franceses considero necesaria su despenalización”.
El expresidente francés no renunciaba a su religión, pero sabía la trascendencia de diferenciar sus creencias personales de los derechos de la ciudadanía, que como gobernante, debía promover y defender.
Cuarenta y cinco años después de la aprobación del aborto por un presidente católico, en Francia, es legal a petición de la mujer hasta las 12 semanas de embarazo, es gratuito y se realiza en los Servicios de Salud del Estado. En 1988 se aprobó la venta legal de la mifepristona, medicamento utilizado para abortos farmacológicos hasta la séptima semana de embarazo.