Davos/AFP
Laurence Benhamou/Roland Llooyd Parry
La canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Emmanuel Macron pidieron en Davos una globalización más justa la víspera de la llegada al foro suizo del presidente estadounidense Donald Trump.
«Francia está de vuelta» dijo Macron en un esperado discurso, aplaudido por líderes económicos y políticos de todo el mundo.
El francés llegó ante un público convencido después de que el lunes reuniera en el palacio de Versalles, cerca de París, a grandes empresarios de todo el mundo, en un intento de reforzar el atractivo económico de país tras sus reformas.
Muchos de ellos estaban el miércoles en Davos, y algunos, como los responsables de Goldman Sachs o Google, no dudaron en elogiar las reformas laborales y fiscales de Macron.
Primero en inglés y luego en francés, Macron habló casi una hora y pidió un «nuevo contrato mundial», reconociendo que la globalización no siempre está siendo justa para todos.
Sin ese contrato, advirtió «los extremistas ganarán dentro de 10 o 15 años en todos los países».
También pidió a las multinacionales, muchas de ellas presentes en la exclusiva estación de esquí de los Alpes suizos, que «renuncien a la optimización fiscal» para pagar menos impuestos.
Un poco antes la canciller alemana Angela Merkel declaró que «el proteccionismo no es la mejor solución» para los problemas del mundo,
«Si pensamos que las cosas no son justas, que los mecanismos no son recíprocos, entonces tenemos que encontrar soluciones multilaterales y no unilaterales», dijo la canciller», una referencia implícita a la delegación estadounidense, que empezó a llegar este miércoles a Suiza.
La jornada también estuvo marcada por un discurso del presidente brasileño Michel Temer, que anunció el nacimiento de un «nuevo Brasil» gracias a las reformas de su gobierno.
Y por primera vez un rey de España, Felipe VI, estuvo en Davos, donde defendió la imagen de un país con grandes atractivos económicos y donde «se cumplen las leyes», en referencia a la crisis en Cataluña que también está teniendo consecuencias para la economía.
Dos visiones del mundo
China, como ya hicieran esta semana en Davos gigantes económicos como India o Canadá, se unió al coro de voces que defiendo el libre comercio y prometió nuevas reformas para seguir abriendo su economía.
«Nos opondremos a cualquier forma de proteccionismo (…) La apertura es crucial, no solo para China sino para el mundo entero», dijo Liu He, el consejero económico del presidente Xi Jinping.
Con la llegada de Trump y su «Estados Unidos primero» (‘America First) para un discurso el viernes, son dos visiones del mundo las que se enfrentarán en Davos, en un contexto de crecimiento económico sólido a nivel global.
En su estilo habitual, Trump prometió que en Suiza se convertirá en «el mejor vendedor» de su propio país. Muchos miembros de su gabinete empezaron a llegar este miércoles a la estación de esquí, donde el desfile de helicópteros era incesante.
Fue el caso del secretario estadounidense del Tesoro, Steven Mnuchin, que aseguró que Trump quiere «trabajar con el resto del mundo» pero sin dejar de lado los intereses estadounidenses.
También subrayó que un «dólar débil» era beneficioso para Estados Unidos y sus exportaciones, lo que tuvo como consecuencia inmediata hacer caer el valor de la divisa estadounidense en los mercados de divisas, mejorando todavía más la competitividad de su economía.
Por su parte el Secretario estadounidense de Comercio, Wilbur Ross, adoptó un tono más bélico.
«Hace mucho tiempo que hay guerras comerciales. Pero ahora la diferencia es que las tropas estadounidenses van al frente», aseguró, pocos días después de que Washington decidiera imponer aranceles a los paneles solares importados de China así como a las lavadoras industriales de algunos países asiáticos.