Luis Armando González
Sobre la democracia y las diversas formas en que la misma puede concretarse no está dicha la última palabra. De hecho, there por definición, la democracia es un ideal que cobra vida de las formas más variadas y novedosas, según las circunstancias históricas de cada sociedad. Lo que no debe perderse de vista es, claro está, que la misma se caracteriza por el protagonismo del pueblo en el quehacer socio-político. A mayor protagonismo popular, mayor democracia: este es el sentido primigenio de la democracia como poder del pueblo.
¿Cómo hacer realidad ese protagonismo? Depende, como ya se dijo, de las circunstancias históricas de cada sociedad particular. Eso sí, su punto de partida indiscutible es la participación popular, cuyos cauces son diversos y complementarios.
Uno de ellos, esencial, es el de la participación electoral, que debe asegurarse y resguardarse como uno de los mayores bienes democráticos. Pero, con todo y ser fundamental, la participación electoral no agota todo lo que puede dar de sí el protagonismo popular en materia socio-política.
Otras formas y experiencias de participación se imponen en la profundización de la democracia. En la literatura, destacan el plebiscito y el referéndum, que poco a poco van siendo adoptados como espacios de toma de decisión colectiva, para asuntos de trascendencia histórica y social.
Se requiere madurez cívica para dar vigencia a ambos mecanismos de participación, pero sobre todo se requiere vencer el miedo de las élites de poder económico al demos, cuya irrupción siempre se ha temido desde esas élites.
¿Elecciones, plebiscitos y referéndums agotan la participación popular en la toma de decisiones socio-políticas? Evidentemente que no. Y es que si algo caracteriza a la democracia y a los demócratas es la búsqueda permanente de nuevos mecanismos y espacios para alentar el protagonismo popular.
Es ese afán democratizador el que está detrás, animándolo y dándole sentido, al Programa “Gobernando con la Gente”, de la Presidencia de la República. Su carácter democrático es indiscutible, por la naturaleza de los términos en juego y por su vinculación: gobernar “con” la gente.
No gobernar por encima o sin la gente, sino con ella. Esto supone una nueva visión de la participación ciudadana, que apunta hacia su participación en el ejercicio del gobierno. También supone una nueva visión del ejercicio del poder gubernamental: es un poder que se ejerce en contacto dialógico con los ciudadanos y ciudadanas, un poder que se entiende como un servicio a la sociedad.
En una visión de gobernar “con” la gente se busca superar el divorcio entre gobernantes y gobernados, lo cual constituye una experiencia democrática rica en aprendizajes, pero, también, no exenta de complicaciones.
Asumir las tareas de gobierno como servicio no es fácil. Tampoco lo es que los ciudadanos y ciudadanas se sientan interlocutores del gobierno, y no sólo destinatarios de las acciones que éste ejecuta. Es decir, la dinámica democrática propia de un ejercicio de gobierno “con” la gente exige un proceso educativo y cultural que debe irse generando en la práctica.
O sea, el ejercicio efectivo del gobierno “con” con la gente es el crisol de una nueva cultura ciudadana en la cual los puntos fuertes son la corresponsabilidad, la cooperación, el compromiso colectivo, el reconocimiento de los propios derechos y deberes, y la confianza en las propias capacidades para salir adelante ante situaciones adversas.
En los Festivales del Buen Vivir son esos valores los que se cultivan. Especialmente, se cultiva la esperanza de que una sociedad distinta es posible, siempre y cuando la gente se comprometa y participe en su construcción.
Cada vez que el Programa “Gobernando con la Gente” se concreta en un punto del territorio nacional, en esa medida se da a una experiencia democrática que, poco a poco, irá modificando hábitos y formas de ver las cosas que limitan la participación y el compromiso individual y colectivo, y, en ese sentido, impiden la solución de los problemas que nos afectan tanto a nivel comunitario como a nivel nacional.