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Por Adalys Pilar Mireles
Bogotá/PL
A cuatro meses del histórico pacto, representantes del Gobierno colombiano y dirigentes de las FARC-EP conversaron cara a cara a fin de dinamizar la implementación de todo lo concertado y trazar una nueva ruta para la paz.
En Cartagena de Indias volvieron a reunirse el presidente Juan Manuel Santos y el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), Timoleón Jiménez, quienes el 24 de noviembre suscribieron el trascendental acuerdo con el que se comprometieron a terminar la larga confrontación entre ambas partes.
Durante dos jornadas (sábado y domingo) los equipos gubernamental y de ese movimiento analizaron los aciertos y tropiezos del llamado período de postconflicto o posacuerdo, el cual dura más de 100 días, y acordaron medidas para acelerar sus pasos.
Con el propósito de agilizar esta etapa el Ejecutivo presentará en abril ante el Congreso de la República un paquete de proyectos de reformas y de leyes dirigidos a llevar a la práctica el punto primero del tratado (reforma rural integral) y a crear la unidad que estará encargada de localizar a miles de ciudadanos cuyo paradero resulta desconocido.
Como resultado de la reunión en Cartagena de Indias, las dos delegaciones convinieron apurar la activación de los mecanismos previstos en el acápite de garantías de seguridad a los antiguos combatientes.
Esa guerrilla, la mayor del país, aseguró que completará en los próximos días el listado de sus integrantes y milicianos, para así facilitar su acreditación y reincorporación en la sociedad.
Otro de los asuntos revisados fue la situación de las zonas y puntos transitorios de normalización (26 en total) donde esos guerrilleros abandonarán las armas y se prepararán con vistas a su reinserción en la vida civil.
En la sesión final del encuentro el Gobierno afirmó que terminará la infraestructura de la totalidad de dichos lugares el venidero mes, obras con gran atraso.
También precisó que cada uno de esos espacios tendrá una ambulancia y personal médico.
Según un comunicado conjunto divulgado al término del cónclave, no obstante los inconvenientes en la adecuación de los alojamientos provisionales para esos insurgentes, el cronograma del desarme se mantiene.
Dicho procedimiento, que está supervisado por Naciones Unidas, deberá concluir a finales de mayo; a partir de entonces las FARC-EP podrán crear su partido.
Diseñar y fundar el Pacto Político Nacional que busca comprometer a los colombianos a dejar las armas fuera de la política fue otro de los consensos, además de hacer efectiva la ley de amnistía aprobada por el Parlamento y sancionada por el gobernante.
Culmina con éxito cónclave entre Gobierno y @FARC_EPueblo con impulso a la implementación del Acuerdo de Paz, subrayó el senador Iván Cepeda uno de los promotores de las pláticas con la insurgencia mediante su cuenta en Twitter.
El hecho de que las conversaciones tuvieran como sede a Cartagena de Indias tuvo un significado especial pues fue en esa caribeña urbe donde Santos y Jiménez rubricaron el primer tratado, rechazado luego por la mayoría de los participantes en el plebiscito de octubre, y modificado después hasta conseguir el presente texto.
Además de la transformación del campo colombiano con una reforma rural integral, tal documento contempla entre sus medidas la instauración del cese el fuego bilateral (vigente desde finales de agosto), el desarme de esa guerrilla en los mencionados puntos y zonas, la sustitución progresiva de cultivos cocaleros por otros plantíos, entre otras iniciativas.
Igualmente prevé un sistema integral de esclarecimiento de la verdad, justicia, reparación de los daños causados a las víctimas de la contienda, y garantías de no repetición.
La guerra interna ha dejado unos 300 mil muertos, casi siete millones de desplazados de sus lugares de origen y al menos 60 mil desaparecidos.
