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Gobierno colombiano y ELN inician proceso para cerrar medio siglo de guerra

Por Alexander Martínez/Alina Dieste

Caracas/Bogotá/AFP/PL

El gobierno de Colombia y la guerrilla del ELN anunciaron el miércoles en Caracas el inicio de un proceso de paz, diagnosis que se suma al que avanza en Cuba con las FARC, para cerrar medio siglo de conflicto armado.

Las partes «han convenido instalar una mesa pública de conversaciones (…) con el fin de suscribir un acuerdo final para terminar el conflicto armado y acordar transformaciones en búsqueda de una Colombia en paz y equidad», señaló una declaración leída por los jefes de las delegaciones: Frank Pearl, por el gobierno, y Antonio García, por el ELN.

La mesa funcionará en Ecuador, y los diálogos transcurrirán además en Venezuela, Chile, Brasil y Cuba, que junto con Noruega serán los «garantes» del proceso, establece el acuerdo suscrito en la cancillería venezolana.

En una alocución en Bogotá, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dijo que las negociaciones arrancarán «tan pronto queden resueltos unos temas humanitarios, incluido el secuestro», una práctica cuyo fin exigía para iniciar la fase pública del proceso.

Mientras, en una rueda de prensa en Caracas, García estimó que la mesa se instalará «en menos de dos meses».

El mandatario venezolano, Nicolás Maduro, se reunió con los negociadores en el palacio presidencial de Miraflores, donde afirmó que él es «el aliado más grande que tiene el presidente Santos para llegar a la paz».

Por su parte, el canciller ecuatoriano, Guillaume Long, aseguró que Ecuador ayudará «en todo lo necesario», mientras que el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, expresó que es un paso «esperanzador» y ofreció «todo el apoyo» del organismo.

El gobierno de Santos y el Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista) -segundo grupo rebelde colombiano después de las FARC- también pactaron ejecutar con «celeridad y rigurosidad» una agenda de seis puntos.

Esas temáticas son: participación de la sociedad en la construcción de la paz, democracia para la paz, transformaciones para la paz, víctimas, fin del conflicto armado e implementación de los acuerdos.

Negociación, no sometimiento

Frente a la cuestión del secuestro, el ELN anunció que liberará a un policía retenido el pasado 20 marzo, y se abstuvo de precisar el número de cautivos en su poder.

«Pueden tener la seguridad de que el ELN responde por los hechos que ocurren durante el conflicto y exigimos que la contraparte, el régimen colombiano, también responda», afirmó el negociador rebelde Pablo Beltrán, al subrayar que no se trata de un «proceso de sometimiento».

Santos declaró además que el proceso con el ELN será de una «naturaleza muy distinta» al de las FARC, porque son guerrillas «muy diferentes».

Al respecto, García manifestó que aunque hay diferencias de enfoque con las FARC en temas como la participación de los exguerrilleros en política, ambos procesos se pueden «complementar y enriquecer».

En un mensaje en Twitter, el jefe negociador de las FARC en La Habana, Iván Márquez, saludó como «un momento histórico para Colombia» el inicio de las negociaciones, anotando que los dos grupos están «en marcha hacia la paz con justicia social».

El proceso -antecedido por dos años de diálogos exploratorios- se suma al que avanza desde hace más de tres años en Cuba con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el más antiguo grupo insurgente del país.

Beltrán garantizó el cumplimiento de los acuerdos que suscriba el ELN y negó divisiones internas, comentando que la dirigencia está cumpliendo un mandato emanado de un congreso celebrado hace año y medio.

«Lo que no seamos capaces de firmar, no lo firmamos, y lo que firmemos lo cumplimos», aseveró el dirigente.

Por su parte, García denunció un «renacer del paramilitarismo» y pidió adoptar medidas inmediatas para que «no se convierta en el principal obstáculo de la paz».

«Un proceso con el ELN significa que Colombia tiene la oportunidad de cerrar completamente los 52 años de conflicto armado», dijo a la AFP Kyle Johnson, analista del International Crisis Group (ICG).

Fundado en 1964 bajo influencia de la revolución cubana y la Teología de la Liberación, el ELN tiene unos 1.500 combatientes pero cuenta con una amplia red de apoyo de milicianos y simpatizantes, según fuentes oficiales.

La fase exploratoria con el ELN pareció estancada en febrero, cuando la guerrilla realizó múltiples atentados para conmemorar la muerte de sus dirigentes históricos.

Pero en los últimos días la organización dejó en libertad a un funcionario secuestrado hace seis meses y a un militar, como exigía Santos.

El conflicto colombiano, que comenzó como una sublevación campesina en los años 1960, ha enfrentado durante más de 50 años a guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha y fuerzas públicas y deja 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,8 millones de desplazados.

Aprovecharán avances de negociaciones Gobierno-Farc

El representante del Gobierno colombiano en los diálogos con el ELN, Frank Pearl, aseguró hoy que dichas pláticas aprovecharán avances conseguidos en las reuniones con las también guerrilleras FARC-EP, decisión que concedería dinamismo a las nacientes conversaciones.

En rueda de prensa desde la Casa de Nariño, el excomisionado de paz añadió que tal opción podría acortar los tiempos de discusión entre ambas delegaciones y reiteró que una vez instalada la mesa de encuentros formales con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), podrán establecerse mecanismos de coordinación con los negociadores reunidos en Cuba.

Desde 2012 portavoces del Ejecutivo y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) dialogan en La Habana para hallar una solución concertada a la larga guerra interna, ciclos que avanzan hacia lo que pudiera ser su período final.

Pearl explicó que existen temas claves donde deberá haber coincidencias; entre ellos mencionó la satisfacción de los derechos de las víctimas mediante un sistema de esclarecimiento de la verdad, reparación, garantías de no repetición y justicia, así como los puntos referidos al propio fin del conflicto: dejación de armas, desmovilización y cese el fuego bilateral.

Además será precisa una sincronía en el tiempo para ejecutar determinadas fases, añadió el experto tras subrayar que las partes beligerantes acordaron sesionar de manera directa e ininterrumpida en busca de celeridad en los debates.

Según Pearl, se trata de un proceso donde muchos de los pactos serán construidos a partir de las propuestas y sugerencias de la ciudadanía, canalizadas mediante mecanismos de participación aún por perfilar, dijo.

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