@OscarCoLatino
El Instituto Salvadoreño para la Niñez y Adolescencia (ISNA) construye el primer Centro de Resguardo para jóvenes en conflicto con la ley, el que recibirá a los menores de 18 años que hayan sido detenidos por la Policía Nacional Civil (PNC) y que por su edad no deben compartir celda con adultos.
Elda Tobar, directora ejecutiva del ISNA, explicó que con la construcción del Centro de Resguardo para jóvenes en conflicto con la ley, también se pretende facilitar el proceso judicial de los jóvenes detenidos por la PNC.
La ley establece que es competencia del ISNA tener espacios adecuados para albergar a los jóvenes en conflicto con la ley. Hasta el momento los jóvenes detenidos en muchas ocasiones son resguardados en bartolinas policiales en las que permanecen con adultos.
“La LEPINA nos mandata tener espacios adecuados para la atención, enfocados en los Derechos Humanos y en los que se les brinde la cercanía con los jueces para que el proceso (judicial) sea más rápido”, afirmó Tobar.
Al respecto, el vicepresidente de la República Oscar Ortiz comentó que con la construcción del Centro de Resguardo “estamos haciendo lo correcto” en el marco de la visión integral para desmontar factores de violencia, que el Gobierno ejecuta.
De igual forma, Ortiz dijo que la construcción del Centro de Resguardo es, en Centroamérica, “el primer esfuerzo, modelo e innovador de un sistema nacional de resguardos para los próximos años, antes de que cerremos el ejercicio de este quinquenio, y desarrollar tres obras importantes: una en la zona occidental y otra en la zona oriental”.
La construcción del Centro de Resguardo tiene como objetivo generar condiciones dignas de infraestructura y establecer un concepto óptimo de funcionamiento de acciones de prevención de la violencia para los adolescentes en conflicto con la ley, en etapa de detención.
El ISNA detalló que tendrá capacidad para albergar a 150 adolescentes. Los trabajos consisten en la transformación y rehabilitación de espacios en siete edificaciones, entre ellos muros perimetrales, garitones, puntos de control y acceso, sistema eléctrico e hidráulico para agua potable, además, para aguas lluvias y negras, habilitación de dormitorios y la clínica que incluye un módulo de aislamiento como medida sanitaria de prevención.
La inversión de la obra es superior al millón de dólares, provenientes del financiamiento del Fondo Especial de los Recursos provenientes de la Privatización de ANTEL (FANTEL) del Gobierno y cooperantes internacionales.
El nuevo resguardo Metropolitano se ubica en las instalaciones donde anteriormente funcionaba el Complejo de Integración Social para la niñez y Adolescencia (CISNA), en el que se albergaba niñez en situación de calle.
Con la construcción del resguardo se pretende garantizar la prevención de violencia y generar una visión carcelaria humanizada que facilite la implementación de una estructura organizativa que favorezca la ejecución del debido proceso orientado a la garantía del derecho al establecimiento de controles internos mayor certeza en los procesos y a dar respuesta inmediata a las nuevas necesidades de el país en términos de seguridad.