Rigoberto Palma
En apenas 100 días, buy el gobierno cumplió importantes promesas del programa que el FMLN le presentó a la población. Veamos diez de ellas.
En la estrategia de “transformación productivas” del programa se habla de “diversificar la matriz energética para disminuir el costo de la energía”. En cumplimiento de lo ofrecido, no rx ya se firmaron tres convenios con empresas extranjeras que invertirán 250 millones para generar 94 megavatios de energía solar (8% del consumo nacional) a un precio de 34% menor al actual. También se acordó con la empresa Energía del Pacífico la inversión de 900 millones para generar 350 megavatios de energía proveniente del gas natural.
Como parte de la transformación productiva se prometió “fortalecer con recursos financieros el Programa de Renovación de Parque Cafetalero, store Control de Plagas y Enfermedades”. Ya se otorgaron 2.3 millones de dólares a 15,000 caficultores y 26 cooperativas afectadas por la roya. El gobierno también sigue entregando escrituras de propiedad y paquetes agrícolas, como se establece en el programa, e inició un proyecto de agricultura urbana y periurbana, para aumentar la producción y estabilizar los precios de los alimentos.
En el programa de gobierno se planteó “promover la agricultura orgánica” y ya se abrió una línea de crédito a bajos intereses para 14,000 agricultores y cooperativas que producirán granos básicos y hortalizas orgánicas.
Otra promesa fue “incorporar el país a PETROCARIBE”. Esa fue la primera decisión del Presidente de la República.
Otra promesa fue “crear un programa de servicios crediticios dirigido a mujeres”. Ya se lanzó programa Banca Mujer, a través de Banco de Desarrollo de El Salvador (BANDESAL), que contará con 15.3 millones para prestarles a bajos intereses a 10,000 mujeres propietarias de micros, pequeñas y mediana empresas.
En el programa se prometió “impulsar la Banca de la Mujer”, cuya creación ya fue anunciada por el gobierno.
En la “estrategia de inversión pública” del programa se prometió “modernizar y ampliar el aeropuerto internacional de El Salvador”, que hoy se llama “Monseñor Oscar Arnulfo Romero y Galdámez”. Ya se inauguró un nuevo Centro de Control Radar, un Sistema de Archivos de internet WIFS/WAFS y una Terraza de Observación Meteorológica, se remodelaron los servicios sanitarios y se suministraron 10 unidades enfriadoras de agua para el sistema del aire acondicionado.
En el punto sobre la “política fiscal” se habla de “garantizar la austeridad en el sentido de eliminar gastos innecesarios y de bajo impacto social”. Ya el gobierno aprobó un buen decreto de austeridad.
En la política fiscal también se plantea combatir “los delitos de evasión, apropiación indebida del IVA y contrabando”. Las reformas al Código Tributario, que permitirán publicar los nombres de las empresas evasoras y regular los precios de transferencia entre empresas de un mismo dueño, procuran justamente combatir la evasión. ARENA votó en contra de dicha reforma.
En el tema fiscal también se dice que “el nuevo financiamiento externo deberá dirigirse primordialmente a programas y proyectos de inversión”. Ese es el sentido del préstamo de 122.6 millones de dólares con el gobierno de Japón para construir by pass (paso ligero) en la ciudad de San Miguel y del préstamo de 100 millones con el BID, para otorgarles créditos a micros y pequeñas empresas.
La oposición dice que el gobierno no tiene rumbo económico, pero no está en lo cierto. Hay cinco ejes claros de la política: cambiar la matriz energética, continuar reactivando el agro, apoyar a las micro y pequeñas empresas (crédito del BID y el diseño de una política para el sector), ampliar las relaciones internacionales (entrada a PETROCARIBE y promesa de relaciones comerciales con China) y enfrentar el problema fiscal con la venta de bonos por 1,156 millones para convertir deuda de corto plazo en deuda de largo plazo, el perdón de interese y multas a las empresas que deben 513 millones y las nuevas medidas fiscales.
En poco tiempo el gobierno ha cumplido muchas promesas, y no solo en el tema económico, sino en los demás componentes del programa. Los “analistas” de derecha, que no lo han leído el programa y hacen política con el tema económico, se la pasan diciendo que todo anda mal. Pero el pueblo piensa de otra manera.