Por Francisco Jara
La Habana/AFP
El gobierno de Colombia abrazó la propuesta de crear una «comisión de la verdad» sobre el conflicto armado, lanzada hace ocho meses por la guerrilla comunista de las FARC en los diálogos de La Habana, pero pidió conformarla después que se alcance el acuerdo de paz.
«No puede haber fin del conflicto sin verdad», declaró el jefe negociador del gobierno, Humberto de la Calle, al cierre de una ronda de conversaciones en la que ambas partes avanzaron «sustancialmente» en la discusión del espinoso tema de las drogas ilícitas, tercero de los seis puntos de la agenda.
«Propusimos (a las FARC) en la Mesa de Conversaciones la conformación de una comisión de la verdad para que a ella concurran todas las verdades, sin excepción, pero creemos que esta comisión debe funcionar como producto del acuerdo del fin del conflicto» y «no antes», dijo De la Calle.
La propuesta de la «comisión de la verdad» fue lanzada el 5 de agosto de 2013 por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla de ese país, y hasta ahora la delegación del gobierno no se había pronunciado sobre la iniciativa.
La verdad como instrumento para la paz
«Este tema de la verdad hace parte del Acuerdo General de La Habana (del 26 de agosto de 2012), que es el marco para las conversaciones. Está pactado como parte de la agenda de conversaciones y nos parece, por supuesto, que es correcto y necesario que así sea», dijo De la Calle.
Insistió, sin embargo, en que la comisión debe ser creada después que se firme la paz, «porque el Gobierno concibe la verdad como un instrumento real para la paz y no como una herramienta táctica para las negociaciones» en La Habana, que buscan acabar un conflicto armado de medio siglo.
Al cierre de este ciclo, el vigésimo segundo desde que comenzaron las pláticas de paz el 19 de noviembre de 2012, ambas partes reconocieron avances en sus discusiones a puertas cerradas, en las que Cuba y Noruega actúan como garantes y Venezuela y Chile como acompañantes.
«A lo largo de este ciclo de conversaciones hemos avanzado sustancialmente en la construcción de acuerdos sobre diferentes aspectos contenidos en el punto de ‘Solución al problema de las drogas ilícitas'», dijeron las partes en un comunicado conjunto.
Las FARC, «optimistas»
Por su lado, la guerrilla expresó su «optimismo» por la marcha de los diálogos y agradeció una propuesta del expresidente colombiano Ernesto Samper (1994-1998) de que Bogotá reciba a reclusos de la cárcel estadounidense de Guantánamo (Cuba) a cambio de que Estados Unidos libere a dos guerrilleros de las FARC presos en ese país.
«Nos hemos enterado, aquí en La Habana, de su solicitud para que en la lista de presos que eventualmente el gobierno de los Estados Unidos envíe a Colombia, se incluyan los nombres de Simón Trinidad y de Sonia. Permítanos, señor ex presidente, hacer un reconocimiento a su generosidad, su conciencia humanitaria y compromiso coherente con la paz de Colombia», dijo el jefe negociador de las FARC, Iván Márquez.
Simón Trinidad (de 63 años), cuyo nombre real es Juvenal Palmera, y Sonia (Omaida Rojas, 46 años), fueron extraditados hace una década a Estados Unidos, donde cumplen largas condenas por el secuestro de tres estadounidenses y narcotráfico, respectivamente.
Las FARC -que niegan toda vinculación con el narcotráfico- vienen pidiendo desde el comienzo de las pláticas de La Habana que Trinidad se incorpore a su delegación de paz.
Ambas delegaciones ya consensuaron los dos primeros puntos de la agenda, reforma rural y participación política (en mayo y noviembre de 2013), y los otros temas pendientes son abandono de las armas, reparación de las víctimas y el mecanismo de refrendación de un eventual acuerdo de paz.
Las conversaciones de paz serán retomadas el viernes con un «miniciclo» de ocho días (regularmente son de 11 días) para luego iniciar un receso por Semana Santa, indicaron las partes.