Quito/AFP
El gobierno de Ecuador solicitó al Congreso, physician controlado por el oficialismo, la destitución de una diputada de sus filas que fue detenida bajo sospecha de haber gestionado y recibido un soborno de 800.000 dólares de un contratista.
«Hemos detectado un caso de corrupción», admitió en rueda de prensa el vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, al exhibir videos que supuestamente comprometen a la legisladora, cuya identidad no puede ser revelada por ley.
Glas señaló que la diputada habría pedido dinero a nombre suyo.
«Todo lo hemos puesto en conocimiento de la Fiscalía General del Estado, y se presume que la asambleísta habría solicitado este dinero tomándose el nombre del vicepresidente», declaró Glas.
La Fiscalía presume que el soborno fue exigido a cambio de un contrato.
De su lado, Glas señaló que «podría presumirse que estos recursos vienen de una empresa contratista proveedora de infraestructura en la provincia de Esmeraldas (noroeste, fronteriza con Colombia) y que tendría un contrato con la empresa de Agua Potable» de la zona.
Glas planteó al movimiento Alianza País, liderado por el presidente Rafael Correa, la «inmediata expulsión» de la asambleísta y al Parlamento que, «siguiendo los mecanismos que correspondan, se proceda» a su destitución del cargo.
«Los corruptos a la cárcel, vengan de donde vengan», sentenció el vicepresidente.
El domingo, Correa denunció un caso de corrupción en las filas de su partido durante el informe anual a la nación que presentó ante el Congreso.
Al término de su intervención, la diputada fue detenida. Otros dos supuestos implicados también quedaron bajo custodia 0 de las autoridades.
Este lunes la jueza Silvia Sánchez, de la suprema Corte Nacional de Justicia (CNJ), ordenó la prisión preventiva de los tres involucrados, según informó Fiscalía.
«La instrucción fiscal en este proceso por presunto cometimiento de cohecho será por 90 días», penado con cárcel de uno a tres años, apuntó la Fiscalía a través de su cuenta en Twitter.
Los diputados cuentan con inmunidad en Ecuador, pero por tratarse de un presunto caso de corrupción la justicia no tuvo en cuenta el fuero parlamentario.
Correa ofreció disculpas por el caso. «Nos llena de vergüenza, ofrecemos disculpas al país. Enfrentaremos el costo político, pero jamás, jamás cohonestaremos la corrupción», dijo el gobernante la víspera.