CARACAS/Xinhua
El gobierno de Estados Unidos ejecuta maniobras cada vez más agresivas contra la economía, la sociedad y las autoridades venezolanas para desestabilizar al país, consideraron analistas en política internacional.
En entrevista con Xinhua, el experto venezolano Luis Gavazut dijo que la política exterior estadounidense en contra de Venezuela “ha llegado a extremos de ni siquiera respetar los más elementales preceptos humanitarios que se imponen en la coyuntura epidemiológica planetaria por motivo de la pandemia de COVID-19”. Gavazut explicó que el país norteamericano “está extremando las medidas coercitivas en contra del país, aprovechándose con el mayor descaro de nuestra vulnerabilidad actual para tomar por asalto el poder en Venezuela, recurriendo a cualquier medio disponible”. El investigador en Ciencias Sociales manifestó que a Estados Unidos poco le importa la naturaleza moral de sus estrategias contra el país suramericano, y dijo que en los últimos meses han acudido a la contratación de mercenarios y la asociación con connotados líderes del narco-paramilitarismo, entre otros medios. El también economista precisó que contra el país “se imponen las sanciones internacionales y el bloqueo (económico-financiero), aparejadas del desconocimiento de la legitimidad de nuestros poderes públicos por parte de Estados Unidos y muchos otros países, mayormente adscritos a la esfera hegemónica atlántica”.
“Hay que tomar en cuenta también que las elecciones parlamentarias venezolanas previstas para diciembre constituyen una ‘deadline’ (fecha límite) para el extremismo inhumano norteamericano, debido al refortalecimiento y revitalización que ello podría representar para el actual gobierno presidido por Nicolás Maduro”, estimó el experto. Gavazut, quien fue investigador del Observatorio Económico para la Presidencia de la República, dijo que es posible que después de las elecciones parlamentarias se atenúe o se pierda el apoyo de países europeos a la política exterior de Estados Unidos contra Venezuela.
El analista estimó que las acciones intervencionistas de Washington “han traspasado todos los límites de la propia moral burguesa”. Por su parte, el politólogo Herick Goicoechea, manifestó a Xinhua que el gobierno estadounidense “presiona en diferentes dimensiones para cercar, ahorcar y asfixiar a la población en medio de la pandemia, dificultando el acceso al país a comprar alimentos y medicinas, en el ámbito social”.
Explicó que en el aspecto económico, la administración de Trump actúa “bloqueando recursos y dinero del Estado que están en cuentas en países bajo la influencia del sistema financiero dirigido por Estados Unidos, y también bloqueando la llegada de buques con gasolina, para paralizar el país y generar descontento”.
El profesor de la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela dijo que desde el punto de vista militar, Estados Unidos “busca generar presión en los altos mandos militares venezolanos para socavar el apoyo institucional al gobierno del presidente Maduro, con amenazas de guerra e invasión”.
A juicio del experto, el principal objetivo estratégico de la Casa Blanca es lograr la salida no solo del presidente Maduro, sino de todo el chavismo del poder.
Destacó que, desde su perspectiva, el presidente Trump “se encuentra en un dilema con respecto a Venezuela, por un lado, ha reconocido públicamente la estrategia fallida de confrontación y de reconocimiento de (Juan) Guaidó y, por otra parte, ha manifestado su deseo de cambiar de estrategia convocando al diálogo”. Aseveró que semanas atrás Estados Unidos se estaba planteando una “conquista de la democracia en Venezuela” con otros métodos, es decir, transitando del “hard power” (poder duro) al “smart power” (poder inteligente). Goicoechea estimó que dado el fracaso sostenido de su política exterior hacia Venezuela, Estados Unidos se planteó cambiar la estrategia. Las presiones extremas de la Casa Blanca pretenden “tutelar el funcionamiento de la democracia en Venezuela, administrar sus recursos naturales, sus activos financieros, su capital fijo en el exterior, definir quién gobierna y, sobre todo, para quién se gobierna”, explicó el investigador.