Decenas de toneladas de medicamentos, agua, alimentos e insumos médicos llegaron a Haití proveniente de varios países y, de acuerdo con el jefe de Gobierno, ya está disponible un documento inicial con la estimación de las necesidades prioritarias.
‘No se trata de concentrar todo en nuestras manos, sino sólo de coordinar las intervenciones de unos y otros para una mejor distribución de la ayuda’, aseguró.
A inicios de esta semana el Ministerio de Planificación informó a los socios internacionales que las coordinaciones de asistencia debían llegar a su entidad, y de ahí distribuirlas a los lugares necesarios, en un intento de remediar lo ocurrido en 2010 tras el catastrófico terremoto que cobró unas 300 mil vidas.
El temblor del pasado sábado provocó la muerte de dos mil 189 personas, mientras otras 300 continúan desaparecidas y más de 12 mil resultaron lesionadas.
A nivel de infraestructura, casi 130 mil viviendas sufrieran daños menores y graves en los departamentos Grand Anse, Sur y Nippes, los más golpeados por el sismo de 7,2 en la escala abierta de Richter.
‘Hoteles, hospitales, escuelas, iglesias, peristilos, residencias, edificios públicos y otros lugares han sido gravemente dañados o destruidos’, reconoció Henry y aseveró que el objetivo principal del Gobierno es reconstruir las vidas de los damnificados.