Puerto Príncipe/Prensa Latina
El ministro haitiano de Justicia, Rockefeller Vincent, ofreció este viernes una recompensa de seis millones de gourdes (casi 62 mil dólares) a quien ayude a localizar o capturar a prófugos presuntamente relacionados con el magnicidio.
Vincent hizo referencia a la exjueza suprema Wendell Thélot Coq, el abogado Joseph Félix Badio y el antiguo senador John Joel Joseph, sobre quienes pesan órdenes de arresto por asesinato, intento de asesinato y robo a mano armada contra el presidente Jovenel Moïse el pasado 7 de julio.
Moïse recibió 12 disparos que impactaron la zona de su abdomen, cadera, ojos, cabeza y no sobrevivió, mientras la primera dama Martine Ethiene fue blanco de varios proyectiles.
A finales de julio, la Policía aseguró que la magistrada participó en varias reuniones con integrantes del comando sospechoso de ultimar al exmandatario, de acuerdo con declaraciones de los arrestados.
‘Estas personas también dieron detalles de los documentos que habrían sido firmados durante su participación en esta reunión. Un documento enviado por la CTU (Security) estaba firmado por la señora Coq’, señaló entonces Marie Michel Verrier, vocera de la institución.
También el reciente informe de la Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos (Rnddh) relacionó a Coq con la organización y ejecución del magnicidio.
Las autoridades igualmente afirmaron que el exsenador John Joël Joseph, fue el supuesto tesorero de la operación y coordinador de los encuentros con los ‘mercenarios’, que cometieron el crimen.
Badio, por su parte, está acusado de dar la orden, y coordinar con los distintos actores implicados en el asesinato.
En unas explosivas declaraciones de la Rnddh, la organización aseguró en un informe que el abogado se comunicó por teléfono con el actual primer ministro Ariel Henry, durante la jornada del magnicidio, aunque el neurocirujano declinó hacer comentarios sobre el documento.
Por el archivo mantienen prisioneros a más de 40 personas, de ellos 18 colombianos, varios policías y responsables de seguridad, además del médico Enmanuel Sanon, presunto cabecilla del magnicidio.