Managua / AFP
El gobierno de Nicaragua de Daniel Ortega ordenó el viernes la salida de una misión del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, tras informe sobre la represión en el país, anunció la cancillería en una carta distribuida a la prensa.
«Considerando que han cesado las razones, causas y condiciones que dieron origen a dicha invitación (a la misión de la ONU), este Ministerio comunica que da por concluida la invitación y finalizada la visita a partir de hoy 30 de agosto de 2018», indica la misiva del Ministerio de Relaciones Exteriores, fechada el jueves y hecha pública un día después.
La decisión se produce dos días después de que el organismo emitiera un duro informe sobre abusos contra manifestantes antigubernamentales, que el gobierno consideró una «extralimitación» de facultades de la entidad.
Ortega, refutó el miércoles duramente el informe , y acusó al organismo de la ONU de ser «un instrumento de políticas de terror, mentira e infamia».
El representante de la misión de la ONU, Guillermo Fernández Maldonado, fue llamado a la cancillería para una reunión con el ministro Denis Moncada, en un ambiente tenso y lleno de protocolo, según una imagen exhibida sin audio por el estatal Canal 6 de televisión.
El organismo de la ONU anunció en una nota de prensa que «proseguirá su labor» de monitorear e informar sobre la situación de derechos humanos en Nicaragua «de forma remota», conforme su mandato conferido por la Asamblea General de la ONU.
También indica que continuará apoyando a las víctimas y familiares y «reitera su disposición» de apoyar a las autoridades para que Nicaragua cumpla sus obligaciones internacionales de derechos humanos.
Según el gobierno, la invitación a la misión de la ONU tenía como objetivo acompañar el desmantelamiento de los tranques (bloqueos de carretera) que mantuvieron los manifestantes antigubernamentales hasta julio, cuando el gobierno los eliminó con la campaña denominada «operación limpieza».
Entre tanto, España anunció el viernes que mantendrá la cooperación con Nicaragua, aunque aclaró que eliminaría cualquier ayuda para las fuerzas de seguridad.