San Salvador/Sputnik
La vicepresidenta del Gobierno de Nicaragua, Rosario Murillo, pidió el domingo a la población a tener prudencia ante el paso de la tormenta tropical Julia, que en la madrugada había impactado la costa caribeña del país como huracán categoría uno.
“Seguimos expuestos y por lo tanto seguimos vulnerables y por lo tanto seguimos cuidándonos, tenemos que alejarnos de las imprudencias, en cada invierno muchos hermanos y hermanas, la mayoría de los que pierden la vida, y generan ese vacío y dolor en la familia, son resultados de querer cruzar los ríos, las corrientes son fuertes y no debemos de cruzar los ríos, no debemos estar cerca de los cauces y no debemos estar cerca donde se pueden dar deslizamiento”, pidió la vicemandataria durante una alocución ante medios oficialistas y afines al gobierno.
Insistió mantener la calma y tener mucha precaución por los desprendimientos de láminas de zinc (predominantes en los techos de las viviendas nicaragüenses) y la caída de árboles, así como el cuidado de los niños y los adultos mayores.
Tras destacar que el fenómeno natural transita sobre el territorio nacional conforme a la trayectoria prevista por el Instituto Nicaragüense de Estudios territoriales (Ineter), Murillo refirió que hasta el mediodía no se reportaban pérdidas de vidas humanas.
La vicepresidenta informó que 600 albergues y 818 casas solidarias fueron alistados para evacuar las familias que necesitaran un refugio seguro y que finalmente 12.858 personas accedieron a esa protección.
Las predicciones meteorologías apuntan que Julia debe abandonar el territorio de Nicaragua en la tarde-noche del domingo en las proximidades del puerto de Corinto, en el extremo noroccidental del país.
El servicio eléctrico no les llegaba el domingo a 164.000 familias y otras 58.000 dejaron de recibir agua potable a causa de la contingencia climática, detalló Murillo.