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Managua / AFP
El gobierno del presidente Daniel Ortega manifestó el lunes su disposición de continuar el diálogo con la oposición, que la víspera condicionó su retorno a las conversaciones a la libertad de los presos políticos y al cese de la represión en Nicaragua.
«La delegación del gobierno de Nicaragua ratifica el compromiso del Estado nicaragüense de continuar desarrollando las sesiones de trabajo para avanzar y consensuar la agenda» de las negociaciones, indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
El gobierno subrayó que las conversaciones se establecieron «sobre la base de la confianza, el respeto y la buena voluntad, que consideramos deben prevalecer», según el comunicado leído en rueda de prensa por el canciller Denis Moncada.
La opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) anunció el domingo en un comunicado que no volverá a la mesa de negociaciones hasta que el gobierno brinde «muestras contundentes» de querer encontrar soluciones a la crisis que vive el país.
La oposición reclamó la libertad de «presos políticos» y el cese de la represión y los secuestros contra las personas que participaron en las protestas contra Ortega el año pasado, origen de la crisis.
El gobierno no se pronunció sobre la demanda opositora y se limitó a informar que se hizo presente el lunes a las negociaciones reiniciadas el pasado 27 de febrero en Managua.
Moncada dijo que la delegación oficial llegó a la sede del diálogo en presencia del nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag, testigo de las conversaciones.
La nota de la cancillería pide a la alianza opositora cumplir con las reglas de negociación acordadas el pasado 5 de marzo, que establecen que las partes se reunirán de lunes a viernes.
El gobierno recordó que en la hoja de ruta la oposición convino que «el proceso de negociación finalizará tentativamente el 28 de marzo».
Ortega, en el poder desde hace 12 años, reveló el sábado la agenda que propone discutir, en la que descarta adelantar las elecciones de 2021, una de las principales demandas de sus adversarios.
El gobierno ofreció renovar el sistema electoral, actualmente controlado por el oficialismo, mediante una reforma con el acompañamiento de la OEA, y liberar a opositores que aún no han sido juzgados.
La oposición, por su lado, exige discutir un proceso de democratización que incluye adelantar las elecciones de 2021 y reformar el aparato estatal, controlado por funcionarios del gobernante Frente Sandinista.
