Quito/AFP
La canciller de Ecuador, María Fernanda Espinosa, dijo que su país es partidario de que Venezuela participe en la Cumbre de las Américas de abril en Perú, cuyo gobierno retiró la invitación al mandatario Nicolás Maduro a esa cita.
«Ecuador piensa que la Cumbre de las Américas tiene que albergar a todos sus miembros, incluso para poder tener un espacio donde podamos expresarles nuestras ideas, donde podamos disentir, donde podamos recomendar a puerta cerrada», expresó Espinosa en declaraciones a la prensa en Quito.
Agregó que la posición ecuatoriana es de «no injerencia en los asuntos internos de los Estados». «Estamos respetando ese principio constitucional y, como hemos dicho reiteradamente, no injerencia no quiere decir indiferencia», dijo.
Espinosa señaló que Quito considera que «las sanciones contra Venezuela solo afectan al pueblo venezolano».
«Creemos profundamente en una solución pacífica, negociada y a través del diálogo de la crisis en Venezuela», dijo también.
La ministra defendió recientes dichos de la vicepresidenta ecuatoriana, María Alejandra Vicuña, en Washington en el sentido de que «es importante que Venezuela esté presente (en la cumbre) para escuchar las distintas posturas y sobre todo las recomendaciones y las sugerencias».
«Nosotros jamás estaremos en la línea de la intervención de ningún tipo, mucho menos la militar», había dicho Vicuña, según la prensa nacional.
La semana pasada, tras una reunión de los 14 países del llamado Grupo de Lima, Perú pidió a Maduro que desistiera de acudir a la cumbre a raíz de su insistencia en realizar elecciones presidenciales adelantadas sin garantías para la oposición.
Pero Maduro advirtió que «llueva, truene o relampaguee, por aire, tierra o mar», asistirá al cónclave presidencial «con la verdad de Venezuela».
El mandatario socialista aspira a ser reelegido en los comicios del 22 de abril, convocados por la oficialista Asamblea Constituyente luego de fracasar una negociación entre el gobierno y la oposición para acordar las condiciones del proceso electoral.
El Grupo de Lima exigió al gobierno venezolano que cambie el calendario electoral y permita que se abra un «corredor humanitario» para enfrentar el desabastecimiento de alimentos y medicinas.