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Tras el vil asesinato de la periodista de La Prensa Gráfica Karla Turcios, que algunos periodistas de forma irresponsable y antiética se atrevieron a calificar como un “atentado a la libertad de prensa y expresión”, el gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén ha salido al paso a reiterar el irrestricto respeto a la libertad de expresión en El Salvador.
Es verdad que casi media docena de periodistas han sido asesinados en El Salvador en los últimos cinco o seis años, siendo los más recientes el de Karla y Samuel Rivas, camarógrafo de Canal 21, este último en manos de grupo de pandillas, pero ninguno de los casos, incluso el de Karla, puede tan siquiera sugerirse que es por su rol como periodista.
El ministro de Justicia Mauricio Ramírez Landaverde, quien ha sido fundador de la Policía Nacional Civil y ha participado de las investigaciones de asesinatos de periodistas, mientras fue oficial de policía, ha reiterado que las motivaciones de los asesinatos fueron producto de la vorágine de delincuencia que envuelve al país y no por el ejercicio del periodismo.
Que en El Salvador no se persiga a nadie por ejercer el periodismo es un gran aliciente para los y las periodistas, no obstante, el Presidente Salvador Sánchez Cerén, a raíz del asesinato de Karla, se ha reunido con el gremio de periodistas para ayudarles a elaborar una ley que permita el libre ejercicio del periodismo.
El lunes pasado, en Casa Presidencial, el Mandatario se reunió con cerca de cincuenta periodistas, entre editores y representantes de gremiales más reconocidas de periodistas, a quienes les reiteró su firme convicción del respeto a la Libertad de Prensa en el país.
En la misma reunión, el Mandatario reiteró las condolencias y condenas por el asesinato de la periodista de La Prensa Gráfica Karla Turcios, cuya investigación está muy avanzada.
Nos parece que la iniciativa del Presidente Sánchez Cerén de reunirse con los periodistas y expresarles su preocupación y sus deseos de que estos realicen sus labores con toda la libertad y seguridad posible es digno de reconocer.
Esperemos y trabajemos para que un día no muy lejano el país pueda vivir en paz, y que ni lo periodistas ni ningún salvadoreño tenga que sufrir o enfrentar la muerte por la violencia generalizada. Así sea.
