Yaneth Estrada
@caricheop
“No utilicemos la información a conveniencia; nunca hubo desabastecimiento de mascarillas quirúrgicas, ni N95. El sistema de salud en ningún momento se ha quedado sin equipo de protección, no solo de mascarillas sino de todo el equipo que se necesita”, manifestó el ministro de Salud, Francisco Alabí, en la Comisión de la Asamblea Legislativa, donde compareció bajo juramento este martes.
Durante su intervención, Alabí aceptó que un total de 45 médicos, más 215 profesionales de la salud fallecieron entre febrero y diciembre de 2020, a causa de la COVID-19.
No obstante, a pesar de sus declaraciones, el 25 de abril de 2020 personas agremiadas al Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Salud (SITRASALUD) denunciaron la falta de insumos de protección para la atención en la red hospitalaria salvadoreña.
“Nos encontramos altamente preocupados debido a que hay desabastecimiento de equipos de protección al grado que en muchas de nuestras instituciones se está entregando equipo de protección inadecuado que no llena los requisitos, tenemos ahí las mascarillas que se les está entregando a nuestros compañeros, las cuales no llenan ningún requisito de bioseguridad”, afirmaron las trabajadoras de Salud, en conferencia de prensa.
Además, señalaron, “no sabemos de dónde proviene un equipo de protección que están entregando que no llena los requisitos. Unas mascarillas artesanales que no brindan la protección necesaria a los trabajadores”.
Excluidos y sin datos fiables
A la misma Comisión fue convocado Milton Brizuela, presidente del Colegio Médico de El Salvador (COLMEDES), quien acotó que desde mayo de 2020 no fueron tomados en cuenta por el Gobierno para atender la emergencia sanitaria, “ya que eran meramente espectadores”. Asimismo, expuso ante los diputados de diferentes fracciones, que hasta la fecha registran 75 médicos fallecidos (sin datos oficiales) y 160 profesionales de la salud muertos a causa del COVID-19, de quienes solicitan conocer cómo fueron tratados, porque la enfermedad en ellos fue más grave, si se pudo evitar o qué se puede hacer para que esto no se repita, de registrar una segunda ola.
Brizuela recalcó que como profesionales y sector científico tienen dudas en cuanto al manejo de datos del MINSAL y Presidencia de la República. “Estamos seguros que tiene esa fuente primaria de datos que podría servir para que la comunidad científica salvadoreña para hacer análisis más objetivos y técnicos”. “No entendemos, porqué esos datos deben de tener reserva, bajo la Ley de Acceso a la Información, no nos queda claro, porque para hacer un análisis científico se debe conocer la realidad”, agregó el galeno.
Recuento de denuncias
El 23 de julio de 2020, el MDHUES denunció ante la población salvadoreña y la comunidad internacional, “el incumplimiento por parte del Gobierno de la República, a lo estipulado en la Sentencia 209-2020 de la Sala de lo Constitucional, de fecha 18 de mayo de ese año, en la cual se le ordenó (por segunda vez) al ministro de Salud, Francisco Alabí, entregar a la brevedad posible el equipo de bioseguridad al personal que se encuentra trabajando con los pacientes positivos y sospechosos de contagio de COVID-19”.
En dicho amparo, la Sala de lo Constitucional ordenó a las autoridades de salud a que se elaborará un registro de las personas que se encuentran identificadas como positivos con la siguiente información, sus nombres o datos de identificación, su registro de salud, lugar de procedencia en el que posiblemente adquirió el virus, área en la que se desempeña o encuentran hospitalizados, debiendo detallar el número de personas con las que se comparte dicho lugar y si los campos o espacios destinados a cada paciente guardan distanciamiento adecuado.
Mientras que, hasta octubre de 2020, el Movimiento por la Salud “Dr. Salvador Allende”, que reúne a profesionales del sector médico informó de 142 empleados de salud fallecidos durante la atención de la pandemia de coronavirus (COVID-19) en el país (sin datos oficiales).
De ese total, por género fueron 95 hombres y 47 mujeres. Dentro de estos dos segmentos hay 58 médicos fallecidos, 31 de personal de enfermería, 30 de áreas de servicios generales y administrativos, así como 21 de otras profesiones y 2 estudiantes de medicina.
A las denuncias de falta de equipo de bioseguridad o insumos de mala calidad también se unió personal del Hospital Nacional Rosales, Zacamil, Ilamatepec, Doctor “José Molina Martínez”, Hospital del Seguro Social de Santa Ana, entre otros.
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