Por Douglas Dalby
Dublín/AFP
El gobierno de coalición irlandés acordó unánimemente el viernes recurrir la decisión de la Comisión Europea de reclamar a Apple que pague al fisco irlandés 13.000 millones de euros en impuestos atrasados.
«Se tomó la decisión unánime en el gabinete de apelar la decisión», dijo a la AFP un portavoz del ministerio, despejando las dudas sobre si el gobierno de coalición sería capaz de ponerse de acuerdo en este tema divisivo.
El Parlamento irlandés, que no tenía previsto reanudar sus actividades hasta finales de setiembre, se reunirá de urgencia el miércoles para debatir un tema que pone en peligro la política irlandesa de atraer a multinacionales con una fiscalidad baja.
Después de tres años de investigación, la Comisión europea llegó a la conclusión de que Irlanda había otorgado a Apple ventajas fiscales indebidas por 13.000 millones de euros, una decisión criticada por Estados Unidos.
El patrón de Apple, Tim Cook, tildó de «basura política» la medida y negó haber gozado de ningún trato de favor en Irlanda, en declaraciones al diario irlandés The Independent.
La empresa informática estadounidense recurrirá también el fallo.
Ambos recursos no evitarán que Apple tenga que hacer efectivo el pago de la suma más alta jamás reclamada por las autoridades europeas en un caso similar, aunque el dinero quedará en depósito hasta que se resuelva el caso.
Los ministros reticentes se echaron atrás
A principios de semana, tres ministros independientes del gobierno rechazaron apoyar la apelación, alegando que querían mayor transparencia sobre los acuerdos fiscales de las multinacionales, pero acabaron echándose atrás.
Tras la reunión del gabinete, Shane Ross, de la Alianza Independiente, dijo que él y su colega Finian McGrath habían apoyado la posición del gobierno.
«Creemos que estamos en un estado de urgencia porque había incertidumbre en los mercados y entre las multinacionales», explicó.
«Nos convenció el argumento de que era necesario despejar esa incertidumbre cuanto antes», añadió.
Katherine Zappone, otra independiente que dudaba, confirmó que había apoyado la decisión por «el interés público».
La suma que reclaman a Apple equivale al 5% del Producto Interior Bruto irlandés y a casi todo su presupuesto de sanidad.
Unos 140.000 irlandeses trabajan para compañías estadounidenses instaladas en el país.
Atrapados entre la UE y EEUU
«Irlanda está atrapada en una disputa entre la UE y Estados Unidos en la que tiene poco control», estimó el diario Financial Times en un editorial.
«Acatar el dictamen de la Comisión… sería un reconocimiento tácito de que había algo podrido en el régimen de baja fiscalidad de Dublín para atraer multinacionales», añadió.
El gobierno minoritario irlandés, formado principalmente por el partido Fine Gael del primer ministro Enda Kenny, depende del apoyo puntual del primer partido de la oposición, Fianna Fail, que probablemente le hará costado em la decisión de apelar cuando el Parlamento se reúna el miércoles.
Algunos diputados creen que Irlanda no puede permitirse renunciar a una baja fiscalidad que le ha servido para atraer a decenas de multinacionales informáticas y farmacéuticas en las últimas tres décadas.
Otros creen que Irlanda debería tomar el dinero y usarlo para servicios sociales o para construir casas con las que solucionar la crisis de vivienda.
Apple al gobierno irlandés: haced ‘lo correcto’
El portavoz en temas de tecnología de Fianna Fail, James Lawless, estimó que Irlanda tenía que apelar, aunque que resultara difícil de explicar a los irlandeses.
«Estoy más interesado en preservar el estatus fiscal soberano de Irlanda» que en el dinero, dijo, acusando a la Comisión Europea de interferir en asuntos internos.
«Irlanda se ha visto atrapada en el fuego cruzado entre Estados Unidos y Europa», estimó, aludiendo a la tensión por la fiscalidad de las multinacionales estadounidenses en Europa.
Tim Cook puso más presión a Dublín al afirmar el jueves que esperaba que el gobierno irlandés hiciera «lo correcto» y apelara.
«Es importante que el gobierno se mantenga firme porque las inversiones futuras dependen del grado de seguridad» jurídica, recordó el patrón de Apple.