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Minimizar lo positivo, maximizar todo lo malo. A menos de una semana para termine el año 2016, el tema de seguridad pública sigue siendo uno de los problemas de mayor preocupación para la población salvadoreña, no obstante, es una de las carteras con mayor logro obtenido de manera positiva, situación que los medios de comunicación de derecha se niegan a mostrar.
El nueve de agosto, el país logró el punto de quiebre de la escalada de violencia que se generó en 2015, cuando más de seis mil salvadoreños perdieron la vida en una vorágine de violencia que tiene por sobre todo la incidencia de las pandillas. Hoy, sin embargo, en 2016 son 1,301 homicidios menos los que reporta la Policía Nacional Civil (PNC).
Luego de este punto de quiebre, los índices de violencia siguen en descenso, sin embargo, lo malo, lo feo y lo negativo de la violencia sigue destacándose mediáticamente, generando más zozobra e incertidumbre en la población, al hacer referencia e insistir con objetivos totalmente partidarios y electorales, que el país no ha mejorado en el tema de la inseguridad.
La batalla en contra de los logros del gobierno en cuanto a la seguridad no cesó este año por terminar. Recientemente la PNC lanzó el Plan Navidad Segura, y los primeros resultados denotaban un alza de violaciones sexuales y este ilícito fue lo destacado en los informativos por su incremento en un 40%, dejando a un lado las más de 800 capturas que se habían realizado en menos de 10 días.
Con las medidas extraordinarias iniciadas en abril, el ministerio de Justicia y Seguridad Pública logró uno de los avances más positivos, lo que permitió un mayor control penitenciario y más efectividad en los territorios, aquellos considerados intocables por la seguridad y que estaban en manos de la criminalidad.
Para los medios de derecha, existe una noticia que destacar y esas son las supuestas violaciones a los derechos humanos, de las que se acusa a la PNC o a elementos militares en contra los pandilleros, de quienes en algún momento son victimizados en las informaciones, aun y cuando gran parte de los mismos atacan sin ningún temor a los elementos policiales.
De igual manera, la muerte de los 44 elementos policiales en el cumplimiento del deber la maquinaria de manipulación no les muestra como héroes o heroínas sino como víctimas de las autoridades de seguridad, al ser enviados a luchar contra la criminalidad por el bienestar de todos los salvadoreños y no solamente del pequeño grupo económicamente poderoso.
Pese a todo ello, la guerra mediática contra la seguridad sigue y no dudamos que se reforzará para el año 2017, un año preelectoral en el que se busca desbancar y desaprobar al Gobierno de Salvador Sánchez Cerén, y así nuevamente volver a los esquemas neoliberales que pretenden privatizare lo que aún queda como bienes del Estado y volver a la corrupción desmedida y todo ello encubierto por los medios de derecha que callarán y con la gran experiencia ganada nos inundarán de falsa publicidad gubernamental.
No dudamos que la población salvadoreña, en menos de diez años, abrió los ojos y reconoce los verdaderos cambios sociales en los que sobresale el esfuerzo por la seguridad ciudadana, que desde su inicio fue un propósito prioritario para los gobiernos del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional tanto en sus esquemas de prevención como de represión.
