Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
El presidente Nayib Bukele nos dijo que iba a comprar 100 % de la producción de plantas de café, fue su promesa de campaña (electoral), y, ahora, no responde”, dijo Mauricio Rodríguez, de la Asociación de Viveristas de El Salvador, luego de expresar la preocupación por 15.3 millones de plantas de café que necesitan ser trasladadas a las diferentes fincas.
El año pasado, agregó Rodríguez, el ministro de Agricultura y Ganadería, Pablo Salvador Anliker, les señaló que la compra iba a ser ordenada y anticipada, con un pago prudencial en tiempo; que podría ascender a unos 5 millones de dólares, resolvería la situación de miles de agricultores dedicados al viverismo.
“Realmente el sistema cooperativo colapsaría, los viveristas nos arriesgamos a que nos quiten las casas, las tierras, que tenemos como garantía con los bancos, no generaríamos puestos de trabajo y estamos hablando de más 3,000 familias afectadas; o sea, 20,000 personas que nos dedicamos a la reproducción de las plantas de café”, sostuvo.
En esa reunión con el titular Anliker, que se encuentra en el portal de la Cartera de Estado, reafirmó: “Acá se les abrieron las puertas y acordamos revisar todos los viveros que van a proveer las plantas para los cafetaleros”; no obstante, ha cerrado su puerta y negado a recibirlos desde el pasado 6 de enero del presente año.
Mauricio Rodríguez agregó: “Nos reunimos la última vez ese 6 de enero -nos dijo que no tenía fondos para la compra-, nos mandó a la Asamblea Legislativa para gestionar los fondos y al Ministerio de Hacienda; pero ambos nos pusieron la condición que la solicitud o iniciativa de fondos tenía que salir del Ministerio de Agricultura y Ganadería y, desde allí, ya no tuvimos respuesta de él (ministro Anliker), ni desde la presidencia de la República”.
A raíz de esa promesa de campaña del presidente Nayib Bukele, en octubre de 2018, y luego de la toma de posesión en junio de 2019, los viveristas han solicitado reiteradamente directrices para definir las cantidades y variedades del cafeto para cultivar, pero jamás les dieron ninguna orientación.
La Asociación de Viveristas de El Salvador es un colectivo de asociaciones cooperativas, sociedades cooperativas, sociedades anónimas; Unión de Personas (UDPS) y 20 viveristas independientes, que suman más de 300 organizaciones que trabajan el rubro del cultivo de las plantas de café resistentes a la Roya del Café y todas las variedades del aromático, con presencia desde Ahuachapán hasta La Unión.
Edwin Arévalo recalcó que el Proyecto de Renovación del Parque Cafetalero tendrá un impacto directo a la mano de obra del área de viveros del país, así como, en las fincas donde se siembran y el entorno ambiental, porque se produce agua, oxígeno y se erradica la erosión de los suelos.
“Nosotros hemos estado en constante negociación con el MAG, pero nos cerraron la puerta, a tal grado que tuvimos que poner una demanda ante la PDDH para obtener el derecho de respuesta, de audiencia, que nosotros necesitamos y no nos respondieron. Nos dan un número (telefónico) de un asesor y de otro. Y no hemos obtenido una respuesta, la última vez, fue este pasado miércoles 1 de julio. Solo nos dicen: no hay dinero y eso no lo aceptamos”, argumentó Arévalo.
La renuencia a aceptar la respuesta del ministro Anliker, indicó Edwin Arévalo, se debe a que en fechas anteriores (6 y 24 de junio y 19 de agosto 2019) la Asociación de Viveristas de El Salvador discutió con el funcionario sobre los fondos pre-aprobados en primera fase, en la Asamblea Legislativa, por 86 millones de dólares, préstamo del BCIE, que solo deben ser ratificado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería.
“En ese préstamos va incluido la renovación del parque cafetalero. Y no lo ha hecho, no entendemos el porqué de su negativa. No aceptamos un no, también porque habrá un fideicomiso de rescate de la economía y el sector agropecuario debe ser incluido, así como el sector viverista, por ahora no tenemos la certeza si estamos en ese rescate, no sabemos cuántos millones van para los viveristas y esa es nuestra angustia. Porque no podemos ser parte del pueblo y no tener respuesta hacia dónde vamos”, reiteró.
Asimismo, lamentaron que no exista un enfoque sobre el agricultura. “No nos han dicho, bueno por esta emergencia de salud (COVID-19), sembremos árboles frutales, maderables, porque nosotros le tomaríamos su palabra. Porque somos gente honesta, trabajadora y si ellos nos dicen que por allí nos vamos, lo hacemos pero necesitamos que nos escuchen”, puntualizó Arévalo.