@davidmar2105
El Gobierno de El Salvador, comandado por el profesor Salvador Sánchez Cerén, rechazó enérgicamente el golpe de estado en Brasil, en el que el senado de ese país destituyó a la presidenta constitucional, Dilma Rousseff.
La mandataria fue sometida a “juicio político” en el Parlamento del Estado Federativo de Brasil, donde, con 61 votos los senadores decidieron derrocarla y darle potestad a Michelle Temer, presidente fáctico, para que decida el destino de la nación suramericana.
En tal sentido, el gobierno de El Salvador se solidarizó con Rousseff y catalogó como manipulación política por parte de la derecha brasileña, pues no se comprobó la existencia de crimen de responsabilidad que es la causal para el ¨Impeachment¨ (Juicio político), según lo establecido en la Constitución brasileña.
Además, expresaron en un comunicado de prensa, mostrarse “respetuosos del principio de no intervención en los asuntos internos de otros Estados y al estar comprometido con los valores de democracia y Estado de Derecho”.
También, con los esfuerzos que posibilitan el camino para sociedades con mayores niveles de igualdad, inclusión, dignidad y justicia, expresa señaló en el caso de Brasil
Consideró que esta decisión atenta contra la estabilidad democrática y contra los avances políticos y sociales alcanzados por ese país en los últimos años y representa una seria amenaza para la democracia, la paz, la justicia, el desarrollo y la integración latinoamericana.
En tanto, el Secretario de Comunicaciones de la Presidencia, Eugenio Chicas, dijo que el canciller, Hugo Martínez y el presidente Sánchez Cerén, evaluaran la situación para ejecutar acciones como lo han hecho gobiernos de Bolivia, Ecuador y Venezuela.
“Vamos evaluar la situación, y de acuerdo a la comunicación que tengan tanto el presidente como el canciller se tomarán acciones. Esto ya lo veíamos venir y era notorio que este iba a ser el desenlace”, aseveró Chicas.
Sostuvo que lo ocurrido en Brasil tiene una gran relevancia en cuanto al avance o retroceso de la democracia en América Latina.
Estas voces de rechazo no solo se han dado en el país, sino que también en todo el continente, especialmente los gobiernos progresistas, quienes algunos han accionado duramente contra el gobierno factico impuesto por el senado.
Por ello queda esperar lo que hará el Estado salvadoreño ante esta situación, tomando en cuenta que Brasil es un aliado estratégico en el desarrollo económico del país.
A mediados de abril, cuando el parlamento separó temporalmente a la Presidenta Rousseff, el influyente periódico de Estados Unidos, The New York Times, manifestó que a Dilma la había juzgado “juzgada una banda de ladrones».