Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
El presidente de los Estados Unidos Donald Trump fue repudiado por la mano dura contra los refugiados. Además, estos exigieron el TPS y la no suspensión de programas de beneficio a migrantes y sus familiares.
El padre Mauro Verzeletti, del Centro Pastoral de Atención al Migrante, junto a otras organizaciones de derechos humanos demandó un trabajo en conjunto de los gobiernos de la región en defensa de sus pueblos.
El sacerdote señaló que la “desintegración familiar” afecta a las familias que migraron y a su vez, a los países de origen, donde se dan altos índices de violencia, por falta de oportunidades de empleo, educación o desplazamientos forzados que aumenta la presión social.
“Rechazamos las acciones anti inmigrantes, neoracistas, aporofóbicas y xenofóbicas, que impactan directamente a la vida de las niñas, niños y adolescentes, jóvenes y grupos familiares completos, por las redadas y deportaciones masivas, por eso decimos ¡No al muro de la vergüenza! Como Iglesia Católica condenamos estos abusos y violaciones a los derechos humanos”, afirmó.
El mensaje anterior es respaldado por las organizaciones Centro Pastoral del Migrante de la Arquidiócesis de San Salvador; Red de Casas del Migrante Scalabrini; Scalabrini International Migration Network (SIMN); American Friends Service Commitee -Oficina América Latina y el Caribe (AFSC).
Así como, la Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia de Religiosas y Religiosos de El Salvador (CONFRES); Grupo de Monitoreo Independiente de El Salvador (GMIES) y Red Jesuita con Migrantes (RJM).
Carmel Gibaja, de la Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia de Religiosas y Religiosos de El Salvador (CONFRES), indicó que la población migrante y sus familias necesitan de respuestas concretas de los gobiernos del área y de los países de llegada, a fin de generar acciones y soluciones de solidaridad y respeto de los derechos humanos.