Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
La Mesa Permanente para la Gestión de Riesgos en El Salvador (MPGR) y la Mesa Sectorial de Gestión Ambiental y Cambio Climático del Foro Nacional de Salud realizaron una evaluación de la gestión de la emergencia por las lluvias y el impacto que estas han tenido en las comunidades. Destacaron la poca prevención que ha generado el Gobierno para que el impacto de las lluvias sea el menor posible.
Magdalena Cortez, miembro de la MPGR, contextualizó que el Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI, por sus siglas en inglés), proyecta que las condiciones del fenómeno de “La Niña” persistirán en la región centroamericana durante todo el 2022; el cual, está asociado con el aumento de lluvias de intensidad de la temporada de huracanes y se repite en periodos menores a cinco años.
Según manifestó el bloque, a finales de abril de este año iniciaron las lluvias en el país y la perspectiva nacional del clima del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), periodo mayo – agosto 2022, indicó que entre el 15 y 25 de mayo iniciaría la época de lluvias para la zona centro, occidente y norte del país, mientras que para el oriente entre el 20 y 31 de mayo, destacando que para el mes de mayo se esperaban precipitaciones arriba de lo normal en la zona central y a lo largo de la franja norte, abarcando alrededor de un 60% del territorio nacional, y en el resto del país las condiciones serían normales.
“Pese a los pronósticos anunciados, las autoridades responsables de la Dirección General de Protección Civil no están actuando oportunamente, por lo que hemos visto, desde la llegada del invierno, inundaciones de gran impacto, principalmente en zonas urbanas, como: Santa Ana, Santa Tecla, San Salvador, llopango, Soyapango, entre otros”, afirmaron las organizaciones en su pronunciamiento.
Para las organizaciones, el principal problema es la falta de acción sobre las causas generadoras de riesgos y vulnerabilidad, pues las autoridades trabajan con un enfoque “emergencista” que solo atiende los efectos más no las previene. Por lo cual, se debe trabajar bajo un enfoque de prospección, el cual implica una planificación del ordenamiento del territorio y regulación de usos de suelos.
En el actual Gobierno la mitigación “es insuficiente” y la que se realiza es “de mala calidad”, ya que han sido testigos de obras como la desarrollada en la colonia Santa Lucía y Residencial Brisas de San Francisco que han sido presentadas como una solución definitiva al problema de estas zonas, pero las lluvias han demostrado que esto no ha sido así.
Moisés García, de la Mesa Sectorial de Gestión Ambiental y Cambio Climático del Foro Nacional de Salud, informó que solo en San Salvador desde 2010 se contabilizan 11 asentamientos precarios en las riberas del río Acelhuate, en donde habitan 4,623 familias, un aproximado de 29 mil personas que por diversas razones sociales y económicas se han visto en la necesidad de asentarse en este espacio, lo que representa un riesgo sobre sus vidas en cada invierno.
En la evaluación, plantearon que el desmontaje de las Comisiones Comunales de Protección Civil es otro de los factores que “muestra un retroceso en el camino de la prevención”, puesto que muchas de las comisiones estaban formadas en alerta temprana oportuna, planes de gestión de riesgos, rutas de evacuación y manejo de albergues, ello les permitía reaccionar de forma oportuna.
En ese sentido, pidieron al Estado reactivar la política nacional de protección civil, prevención de riesgos y mitigación de desastres, que se retome el enfoque prospectivo en la planificación del desarrollo, garantizar la participación de las comunidades en procesos de toma de decisión, mitigación y planificación y realizar obras de mitigación aprovechando los espacios sin lluvias para evitar más pérdidas de vidas y materiales.
Declaratoria de Emergencia
Sobre la declaratoria de emergencia por parte del Estado, las organizaciones afirmaron que las autoridades deben tener planes y no solo reaccionar para “tomarse fotografías” del momento.
“Si se hace una declaratoria de emergencia se debe de tener claro cuáles son las cosas que se van a hacer, consideramos que, si es para tener recursos para realizar las acciones, tiene valoración positiva; sin embargo, todavía no conocemos cuales son esos planes de mitigación”, externó Magdalena Cortez.
El Estado de Emergencia es “criticable”, porque hubo una declaratoria tardía, “la hemos tenido cuando las lluvias ya habían finalizado; parece ser que la lluvia se ha utilizado para justificar la ansiedad que tiene la administración de comprar y administrar los recursos sin controles”, comentó Moisés García.
“Hay una actitud de las autoridades de tomarse la foto atendiendo la emergencia, quisiéramos que esa foto no exista, lo que quisiéramos es que existan fotos de cómo se está planificando para evitar que esos daños ocurran. Sabemos que la naturaleza no la podemos detener, pero sí podemos anticipar los daños tratando de disminuir las condiciones de vulnerabilidad de las familias”, concluyó Moisés García.