Redacción Nacionales
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El Gobierno de Nayib Bukele intentó recapturar al líder de la Mara Salvatrucha (MS), Élmer Canales Rivera, alias “Crook”, luego de haberlo dejado en libertad de las cárceles salvadoreñas, reveló el periódico El Faro en una investigación periodística. Para hacer efectiva dicha recaptura, el GOES designó al inspector Raúl Eduardo Reyes Escuintla, jefe de la División Élite Contra el Crimen Organizado (DECO), quien contactó a personas del mundo criminal; uno de ellos, un líder pandillero que iba a hacer el encargo a través de un cártel mexicano. El GOES estaba dispuesto a pagar hasta más de un millón de dólares para su cometido.
El inspector Escuintla sondeó primero con traficantes de personas, pero estos no supieron, o no quisieron, asumir el encargo. Pero uno de esos coyotes conocía desde la infancia a un hombre que con los años terminó escalando a lo más alto del Barrio 18 Sureños y le pareció una buena idea incluirlo en el entuerto: Rafael Eduardo J, alias “Rafa” o “Chafa”, prófugo de la justicia desde 2016, cuando fue acusado de extorsión, menciona El Faro en su investigación.
El GOES estaba dispuesto a dar un millón de dólares al cártel mexicano Jalisco Nueva Generación para que raptara al líder pandillero y lo entregara en una ubicación secreta, antes de las elecciones de este próximo domingo. Sin embargo, Estados Unidos le ganó el mandado.
Tras el inicio del régimen de excepción y la “guerra contra las pandillas”, “Rafa” salió del país para acomodarse en otro; consideró el riesgo de entrar en contacto con un policía, pero el Gobierno tenía en prisión a su hermana.
El agente de la DECO y el pandillero entablaron una conversación con base al conocimiento de lo que cada quien quería escuchar; para Rafael era importante que su hermana fuera liberada y para el agente era importante recapturar al Crook, antes de las elecciones presidenciales de febrero de 2024.
Es de contextualizar que Canales Rivera fue liberado por el Gobierno de Bukele de forma ilegal y secreta en noviembre de 2021, esto como parte de los acuerdos que Bukele tenía con las pandillas en El Salvador. Su liberación, pese a estar condenado a 40 años de prisión y tener solicitud de extradición por los Estados Unidos, dio mucho de qué hablar ante la opinión pública.
El Faro reveló que el pandillero, Rafael, dijo haberse percatado desde el principio de la -desesperación- del Gobierno por recapturar al Crook, por lo que seleccionó cuidadosamente las palabras que creyó eran las que el agente de la DECO quería escuchar. “La primera semana de marzo de 2023, Rafael se comunicó con Escuintla, a través de una llamada telefónica y le aseguró que, a diferencia de los coyotes, él sí tenía los contactos suficientes para recapturar a Crook, pero que solo los activaría una vez que su hermana estuviera libre”, se lee en la publicación de El Faro.
Escuintla le respondió que no habría problema en que su hermana fuera puesta en libertad, pero que le interesaba los datos del Crook porque “el patrón” se los estaba pidiendo.
Dicha conversación fue grabada por Rafael, a la cual tuvo acceso El Faro, junto con capturas de pantalla en las que se muestra que el inspector Escuintla le ofreció dinero a él y al Barrio 18 Sureños. La hermana quedó libre el 22 de abril del año pasado, con la obligación de presentarse a firmar a un juzgado cada 15 días y reportarse cada dos días con otro policía al que ella solo conoce como “Roger” y cuyo teléfono fue asignado a la DECO.
Luego, Rafael le propuso a Escuintla que le proporcionara datos de inteligencia salvadoreña que indicaran el paradero del Crook; para, así, coordinar con el cártel Jalisco Nueva Generación una operación relámpago para raptarlo. Claro que ni el cártel ni su pandilla trabajarían de gratis, habría que negociar el precio para cada uno. Rafael, además, solicitó “viáticos” para la movilidad y comunicación; el agente le aseguró que no habría problema. El Cártel Jalisco Nueva Generación es una de las mayores organizaciones de tráfico de drogas en el mundo.
En el texto de El Faro, Rafael dijo al policía que utilizaría el dinero de los viáticos para viajar por México, tejiendo una red de contactos entre su pandilla y representantes del cártel. Acordaron incluso una cobertura: Escuintla se haría pasar por un empresario a quien supuestamente Crook había afectado y que ahora buscaba venganza. No se le diría al cártel que estaba negociando con funcionarios del Gobierno salvadoreño. Pero, siempre había un retraso, Rafael postergaba la reunión con los señores del narco.
El Faro llamó al inspector Escuintla para pedir explicación de las negociaciones; sin embargo, este no quiso responder, tampoco hubo respuestas por los comunicadores oficiales de la PNC ni de la Secretaría de Prensa.
Rafael es un pandillero que se dejó cautivar por el Barrio 18 en los 90, cuando todavía la pandilla no se dividía en Sureños y Revolucionarios. Tiene 40 años y vive en un país centroamericano pues huyó en medio del régimen de excepción y también de su pandilla.
Rafael tenía previsto estar bajo anonimato; sin embargo, a finales de enero del año pasado, su hermana (no pandillera) fue detenida por el régimen de excepción, debido a su relación. Buscó por su cuenta la forma de ayudarla; pero fue en vano, hasta que el coyote contactado por el Gobierno salvadoreño lo contactó para informarle buscar la salida a un problema que necesitaban solucionar con cierta urgencia, el Crook.
Rafael ideó la forma de venderle al Gobierno lo que quería; entró en contacto con el inspector Escuintla, y a lo largo de casi un año, le contó que su pandilla estaba organizada en México y que, como parte de sus actividades criminales, había entrado en contacto con el Cártel Jalisco Nueva Generación, que él mismo tuvo que salir hacia el sur de México para generar -las confianzas- necesarias con los enlaces del cártel hasta conseguir que estuvieran listos. Finalmente, les dijo que el valor acordado era un millón de dólares para el cártel, $250 mil para el Barrio 18 Sureños y $50 mil para él; sin embargo, todo fue una mentira, ya que jamás involucró a su pandilla y tampoco contactó al cártel. Sin embargo, sí contacto a El Faro y a las autoridades estadounidenses.
En noviembre de 2023, el FBI capturó a Crook en Chiapas, México, ganándole así el mandado al Gobierno salvadoreño.