Zúrich/Suiza/AFP
Un terremoto sacudió los cimientos de la FIFA este miércoles con la detención en Zúrich, viagra a petición de las autoridades estadounidenses, cure de siete responsables sospechosos de corrupción, entre ellos cinco latinoamericanos, a dos días de la elección para la presidencia, donde Joseph Blatter buscará su quinto mandato.
Esa votación del viernes se mantuvo en el programa previsto al igual que el 65º Congreso, confirmó la FIFA, que dijo sentirse “víctima” en el escándalo y que ofreció “colaboración plena” a las autoridades como “parte dañada”.
Según las autoridades suizas, los siete responsables, cinco latinoamericanos y dos británicos, originarios de Islas Caimán, son sospechosos de haber aceptado sobornos de varios millones de dólares desde los años noventa hasta ahora.
Los siete detenidos son Jeffrey Webb (Gran Bretaña), vicepresidente de la FIFA y presidente de la CONCACAF, Eduardo Li (Costa Rica), miembro de los comités ejecutivos de la FIFA y de la CONCACAF, Julio Rocha (Nicaragua), encargado del desarrollo en la FIFA, Costas Takkas (Gran Bretaña), adjunto al gabinete del presidente de la CONCACAF, Eugenio Figueredo (Uruguay), actual vicepresidente de la FIFA, Rafael Esquivel (Venezuela), miembro ejecutivo de la Conmebol, y José María Marín (Brasil), miembro del comité de organización de la FIFA para los Juegos Olímpicos.
El Departamento de Justicia imputó por corrupción a nueve miembros de la FIFA y cinco ejecutivos de marketing deportivo, por hechos ocurridos en los 24 últimos años, anunció el ministerio estadounidense este miércoles.
Según el diario New York Times, que publicó las primeras informaciones, uno de los imputados sería el paraguayo Nicolás Leoz, expresidente de la CONMEBOL.
Por otra parte, la sede de la Confederación de la CONCACAF, situada en Miami, fue registrada en el marco de este proceso, precisó el Departamento de Justicia.
Al mismo tiempo, la fiscalía suiza incautó documentos electrónicos en la sede de la FIFA en Zurich en una investigación penal por sospechas de “blanqueo de dinero y gestión desleal” en relación con la atribución de los Mundiales de fútbol de 2018 y 2022.
“Los enriquecimientos ilegítimos se habrían realizado al menos en parte en Suiza”, precisó el ministerio de Justicia.
Petición de extradición
“Representantes de medios deportivos y de firmas de márketing deportivo estarían implicados en pagos a altos funcionarios de organizaciones futbolísticas (delegados de la FIFA y otras personas pertenecientes a organizaciones afiliadas a la FIFA) a cambio de derechos de difusión y derechos de márketing de competiciones organizadas en Estados Unidos y Sudamérica”, explicó el Ministerio, que dijo actuar por pedido de la fiscalía del distrito este de Nueva York.
“Según el pedido de arresto norteamericano, el acuerdo relativo a estos actos habría sido concluido en Estados Unidos, donde también tuvieron lugar los preparativos. Los pagos habrían transitado por bancos norteamericanos”, añade el comunicado suizo.
Los sospechosos detenidos son objeto de una demanda de extradición estadounidense y serán interrogados por la policía de Zúrich.
Quienes acepten ser extraditados a Estados Unidos lo serán según un procedimiento simplificado. En el caso de los que se opongan, Washington tendrá un plazo de 40 días para hacer un pedido formal de extradición.
“Un buen día” para la FIFA
Por su parte, la FIFA dijo sentirse una “víctima” del caso y se mostró convencida de que este miércoles pasará a la historia como “un buen día” para el organismo.
“Esto es bueno para la FIFA, para su reputación y para la limpieza. No es un día bonito, pero también es un buen día, las cosas avanzan y queremos tener respuestas”, dijo su portavoz, Walter De Gregorio, que insistió en subrayar que Blatter no está implicado en ese asunto.
También subrayó que la organización de los Mundiales de 2018 por Rusia y de Catar por 2022 no está amenazada.
Este caso llega a dos días de la elección a la presidencia de la FIFA, donde el suizo Joseph Blatter, patrón del organismo desde 1998, buscará un quinto mandato.
Blatter, de 79 años, es objeto de críticas debido a las riquezas acumuladas por la FIFA, que registró una cifra de negocios de unos 2.000 millones de
euros en 2014, año de la última Copa del Mundo.
El príncipe jordano Ali bin al Hussein, rival de Blatter en la elección del viernes, afirmó que estas detenciones representan “un día triste” para el
fútbol.
“Emergen detalles, no sería apropiado hacer comentarios por el momento”, explicó en un corto comunicado el jordano, que cimentó su campaña en el tema de la integridad a restaurar en la FIFA, en la que es uno de los vicepresidentes.