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«Golpe de Estado del 25 de marzo de 1972». Por Caralvá

Por Caralvá

Intimissimun

La interpretación histórica que podemos realizar en el Siglo XXI, 52 años después de ese evento nos invita a reflexionar sobre el período crítico que pudo cambiar la historia completa de nuestra nación de haber triunfado, algunos afirman que si la voluntad popular se hubiera respetado no habría ocurrido la guerra civil 1980-1992, también la vida de miles de personas se habría salvado y no existirían tantos desaparecidos, en síntesis la democracia una vez implantada con sus instituciones fuertes junto a la independencia de poderes y respeto a la Constitución de la República produciría otra narrativa, pero el fracaso del Golpe de Estado profundizó el autoritarismo del siglo pasado con una realidad que ahora conocemos.

De las elecciones presidenciales de 1972

El Concejo Central de Elecciones en sus conteos oficiales anunció la ventaja de la Unión Nacional Opositora (UNO) conformada por el Partido Demócrata Cristiano (PDC), Unión Democrática Nacionalista (UDN) y Movimiento Nacional Revolucionario (MNR) con su candidato presidencial José Napoleón Duarte, el pronunciamiento oficial divulgó una ventaja de la UNO, sin embargo después de un silencio inexplicable, se proclamó una ventaja del partido oficialista por mínima ventaja o en su defecto por amplia desventaja censurada.

La situación se derivó en que decidiría la elección la Asamblea Legislativa, aquello se complicó a tal punto que el edificio de la Asamblea Legislativa fue militarizado y los diputados oficialistas optaron por favorecer al candidato Arturo Armando Molina, situación electoral inusual que provocó gran descontento popular.

La Juventud Militar de 1972

Diversas crónicas de aquellos tiempos reseñan que miembros del Ejército conspiraron el 25 de marzo de 1972 desde el Cuartel El Zapote para deponer al presidente Sánchez Hernández e impedir que el candidato -cuestionado- coronel Armando Molina asumiera la presidencia.

Los golpistas ejecutaron su acción encabezada por el coronel Benjamín Mejía comandante del cuartel de Artillería -El Zapote- ese día la capital se estremeció con el ruido de decenas de detonaciones por bombardeos de artillería contra el Cuartel de la Guardia Nacional y la Fuerza Aérea.

El Ingeniero José Napoleón Duarte vencedor genuino de aquella elección se unió a la  insurrección el 26 de marzo de 1972 atendiendo la convocatoria de la Juventud Miliar, así realizó un llamado a la insurrección  por medios radiales, en su proclama invitó a la incorporación de todos aquellos ciudadanos que apoyaran la democracia, haciendo barricadas en la ciudad o se presentaran a los Cuartel El Zapote y San Carlos, estudiantes universitarios se incorporaron, otros oficiales de baja en el ejército también apoyaron, sin embargo muchos muertos fueron observados entre soldados y civiles, pero nunca se dio cuenta de ellos en documentos oficiales.

Entre leyendas urbanas algunas familias lamentan que sus familiares desaparecieron ese día, por eventos circunstanciales o desconocimiento de zonas militarizadas, otros datos de fuentes militares mencionan que los bombardeos aéreos contra el Cuartel San Carlos fueron aviones enviados por Anastasio Somoza -Nicaragua- y los otros contra el Cuartel El Zapote por Arana Osorio -Guatemala- aduciendo un acuerdo por el Consejo de Defensa Centroamericano (CONDECA), ese acuerdo era apoyado por todos los presidentes militares de Nicaragua, Honduras, El Salvador, Panamá y Guatemala, en ese momento.

El 26 de marzo el Golpe de Estado había fracasado.

Aquella gesta valiente de la Juventud Militar no fue olvidada

Algunos académicos indican que el desastre del modelo electoral provocó el surgimiento de grupos armados y una década después la guerra civil; mencionemos las instituciones que perdieron su credibilidad en ese momento: El Concejo Central de Elecciones, la Corte Suprema de Justicia que validó una elección secundaria desde la Asamblea Legislativa para elegir presidente de la República, la Asamblea Legislativa al acompañar el fraude electoral, la neutralidad del Fuerza Armada en defensa del orden constitucional al no respetar la elección popular.

El gobierno del Cnel. Arturo Armando Molina se caracterizó por efectuar acciones represivas contra la cultura y los estudiantes así: el 19 de julio de 1972 el ejército intervino la Universidad de El Salvador y el 30 de julio de 1975 masacró una manifestación universitaria en el paso a desnivel de la 25 Avenida Norte frente al Instituto Salvadoreño del Seguro Social.

Es un momento de reflexión histórica y el coronel Benjamín Mejía debe ser nombrado precursor de la paz, al defender el proceso electoral de 1972 e intentar evitar la guerra civil, 20 años antes de los Acuerdos de Paz.  amazon.com/author/csarcaralv

 

 

 

 

 

 

 

 

Ver también

Nacimiento. Fotografía de Rob Escobar. Portada Suplemento Cultural Tres Mil, sábado 21 de diciembre de 2024