Madrid/Barcelona/dpa
A golpe de genio, a golpe de goles decisivos y tiros libres magistrales, Lionel Messi está consiguiendo poner más cara la ampliación de su contrato con el Barcelona, una firma que para sorpresa de todos está tardando en llegar más de lo pensado.
El futbolista argentino fue el gran protagonista de la última semana en su equipo. Jugó tres partidos y en cada uno de ellos marcó un tanto trascendente. Y todos ellos de falta directa, un terreno en el que no tiene rival.
Lleva 26 goles a balón parado y está a uno del récord marcado por el holandés Ronald Koeman, uno de los grandes símbolos del legendario “Dream-Team” forjado por Johan Cruyff entre 1988 y 1996. “Messi, te falta un gol para el récord”, le dijo el ex futbolista a través de las redes sociales.
Pero las brillantes actuaciones de Messi llegan en tiempos extraños para un Barcelona inmerso en dudas deportivas y rumores institucionales. Por ejemplo, la ampliación de contrato del astro argentino que no acaba de concretarse.
Messi finaliza su vínculo con el Barcelona en junio de 2018 y es la última de las estrellas azulgranas que falta por renovar, algo que recientemente ya hicieron Luis Suárez y Neymar. El hecho es que ni siquiera han trascendido reuniones para obtener la rúbrica.
Un suceso llamó la atención esta semana. El director general del Barcelona, Óscar Grau, manifestó: “Con la renovación de Messi, cabeza fría y sentido común”.
Las palabras tuvieron respuesta en Suárez, uno de los mejores amigos del argentino en el Barcelona: “A Messi hay que renovarle, no tener sentido común”.
El propio Luis Enrique, técnico azulgrana, también dejó clara la necesidad de atar cuanto antes la ampliación del contrato al afirmar que “Messi es el jugador más decisivo de todos los tiempos”.
El diario “Sport” publicó hoy que “el vestuario del Barcelona está muy molesto” con Grau por sus palabras. “Messi mostró su enfado y cabe recordar que no suele hablar pero que cuando está molesto y lo hace puede tener consecuencias”, aseguró el diario catalán. Y el periódico “Marca” habló de “cisma” en el club con las dudas sobre la renovación de Messi como uno de los principales argumentos.
Hoy, sin embargo, casi todos fueron elogios en los periódicos, que se volvieron a llenar de palabras mil veces repetidas durante la última década: “Dios”, “genio”, “único”, “celestial”…
No merecía menos la jugada ocurrida a 11 minutos del final del encuentro ante el Athletic de Bilbao. Messi colocó el balón y, como ya había ocurrido en los dos anteriores partidos, lo mandó directamente a la red. “Es capaz de hacer cualquier cosa, lo demuestra cada día”, reconoció Ernesto Valverde, entrenador el conjunto vasco.
Su dominio es tal que pudiera parecer que está tirando un penal en vez de una falta. Engañó al arquero vasco Gorka Iraizoz, quien dio un paso fatal hacia el lado donde tenía colocada la barrera, pensando que por ahí iría la pelota. Messi envió el lanzamiento a su palo y con ello salvó el complicado pase del Barcelona hacia los cuartos de final de la Copa del Rey.
Con este nivel, ahora mismo parece imposible imaginar a un Barcelona sin Messi. Tanto deportiva como institucionalmente. Lo que sucede es que a cada día que pasa da la sensación de que el contrato será mucho más caro, viendo el ritmo de goles decisivos que está encadenando el argentino con su equipo.