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William Siliézar
@DiarioCoLatino
Ante las denuncias de las comunidades aledañas al río Titihuapa, en el departamento de Cabañas, la empresa Granjas Hermanos Jovel rechazó los cargos de contaminación de las aguas y mostraron el proceso que desarrollan para no incurrir en esa clase de daños al medio ambiente.
Según la Asociación Amigos de San Isidro Cabañas (ASIC) las comunidades son afectadas por la contaminación del agua en Ilobasco, Dolores y San Isidro, del departamento de Cabañas, asimismo de los municipios de Santa Clara y San Sebastián, de San Vicente. La ASIC señala que la empresa porcina tira al río Titihuapa los desechos de los cerdos, lo que provoca la muerte de los peces y la propagación de enfermedades; esto debido a la proliferación de las moscas en el lugar.
Las autoridades de salud y de medio ambiente llegaron al lugar para evaluar la situación y Diario Co Latino se desplazó hasta el kilómetro 63 de la carretera a Sensuntepeque, para conocer más de cerca la situación del río y conversar con los propietarios y el equipo técnico de dicha empresa.
Según la empresa el permiso ambiental para operar lo obtuvieron en septiembre del 2003 y una modificación fue emitida en febrero de 2011. Diario Co Latino tuvo acceso a los permisos otorgados por el Ministerio de Salud (MINSAL), institución que llevó a cabo una inspección sanitaria en viviendas y establecimientos; en los permisos se declara la limpieza y correcto uso de las aguas de la granja.
De igual manera, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) les otorgó un certificado de aprobación para realizar sus actividades. La empresa trabaja con la comunidad en dos jornadas de limpieza en la cuenca del río Titihuapa, en coordinación con las alcaldías y organizaciones ambientales de San Isidro e Ilobasco.
Sin embargo, el coordinador del Comité Ambiental de Cabañas, Francisco Pineda, explicó que las comunidades empezaron a denunciar la contaminación del río luego de una descarga de desechos provocada en 2006. Declaró que las denuncias llegaron hasta la Fiscalía General de la República (FGR), siendo el Juez Medio Ambiental el que sancionó el accionar de la empresa, emitiendo trece resoluciones que debía cumplir, de las cuales las comunidades hasta la fecha ponen en duda su cumplimiento.
Pineda aceptó que a causa de las lluvias hubo descargas, pero empezaron a buscar soluciones para remediar el problema de contaminación en el Titihuapa. Una de estas soluciones, según el coordinador, fueron la creación de mesas de diálogo en la que participaron instituciones del Estado como el MAG, las comunidades y la misma empresa; esto con el objetivo de limpiar y proteger la cuenca del río.
A partir de eso, se desarrollaron diversas técnicas para evitar un impacto ambiental, por tanto se optó por la creación de un proyecto de biodigestores, que en simples palabras es un contenedor cerrado en donde se puede depositar materiales orgánicos (excremento de animales por ejemplo) para fermentarlos.
El sistema de los biodigestores consiste en convertir los residuos de materia orgánica provenientes de las granjas en biogás (energía eléctrica) y fertilizantes orgánicos (abono).
Los biodigestores, que es donde inicia el proceso de degradación de la materia orgánica, mantienen por 30 días los desechos para que las bacterias que se encuentran en él los conviertan en biogás, que se ocupa como energía eléctrica para posteriormente venderla a las distribuidoras de energía.
Así también, lo que sale por el otro extremo del biodigestor es lodo, y a través de un sistema de bombas, se deshidrata y se utiliza como fertilizante. Por su parte, los líquidos residuales pasan a un sistema de lagunas de oxidación, que consisten en excavaciones de poca profundidad que los retienen durante 100 días, para luego ser reutilizados como agua para lavado de corrales y pisos.
Diario Co Latino presenció el proceso completo del tratamiento de los desechos, y efectivamente, estos no llegan al río, ya que constatamos que luego de las lagunas de oxidación ningún tipo de material sobre pasa el límite del lugar en donde está la granja.Otro de los puntos que los habitantes de las comunidades mencionan es que el río Titihuapa presentaba una coloración amarillenta, la cual, a primera impresión hacía pensar que estaba contaminado y a causa de esto los peces morían y se descomponían.
Por tanto, decidimos bajar hasta las quebradas Chicho Santo y El Zapotal, que son las que llegan hasta el río y desde donde se pudo observar la extraña coloración y pudimos notar que la coloración amarillenta no se debe a una contaminación basada en desechos de algún animal, sino de un fruto que se encuentra en los alrededores de las quebradas y que debido a las recientes lluvias han caído al agua, y despiden el color. Según Juan Leonardo Jovel, uno de los propietarios de las granjas, informó que investigadores del Ministerio de Medio Ambiente (MARN) llegaron a evaluar de manera inesperada la coloración del río y comprobaron que era el fruto.
El coordinador del Comité Ambientalista de Cabañas, Francisco Pineda, enfatizó también que con la presencia o no, de la empresa en el lugar, siempre habrá contaminación del río, ya que a este llegan las aguas negras de los municipios aledaños, por tanto, considera que es difícil determinar que los peces mueran por desechos de cerdos, habiendo presencia de otros factores que colaboran para que esto suceda. De igual manera, estudios de otras organizaciones demuestran que la presencia de parásitos en los peces que habitan en el río proviene del pato chancho, que es portador de este, no obstante, el animal no es proveniente de esa zona, sino de zonas húmedas como el Bajo Lempa, Suchitoto y de la Presa Cerrón Grande.
Además, la empresa recalcó que han invitado a los habitantes de las comunidades a presenciar el proceso del biodigestor, pero estas no han accedido.
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