Iván Escobar
Colaborador
@DiarioCoLatino
Al menos siete comunidades del municipio de Suchitoto que se abastecen de los mantos acuíferos de la cuenca del Cerro de Guazapa y otras quebradas aledañas, sufren los efectos de la contaminación de sus vertientes con los desechos que arroja la “Granja El Progreso”, que desde hace unos 8 años afecta a más de mil familias de la zona. También denuncian una granja de aves, que estaría ubicada en las cercanías de este proyecto, y la construcción de una más.
Pobladores del caserío El Barío, del cantón Platanares, municipio de Suchitoto, en el paracentral departamento de Cuscatlán denunciaron a medios locales el problema que vienen enfrentando desde hace ocho años, cuando se instala la empresa en esta localidad, y que en la actualidad ya contaminó en su totalidad la principal quebrada que abastece a las familias en esta zona.
Las aguas sucias, con sangre, y desechos que provienen del interior de la granja de cerdos ubicada en esta zona es la principal problemática que sufren estas familias, además se quejan de malos olores que emanan del interior de la planta de destace que afecta el ambiente de grandes áreas de las comunidades vecinas.
Mientras comparten estas denuncias, se escucha el chillido de los cerdos que inundan el ambiente, y que las personas atribuyen a la hora de destace. “Oigan así se escucha, y por eso salen las aguas curtidas”, dicen mientras señalan un tramo de la quebrada con agua totalmente sucia. La propiedad es vecina de zonas de cultivo de la comunidad, que sufren los efectos directos de la contaminación.
El verdor de la campiña, cultivos de maíz, caña y maicillo, contrasta con el panorama sombrío y de preocupación de estas familias, que siguen esperando el apoyo del Estado, del Ministerio de Medio Ambiente, u otras instituciones gubernamentales para ampararles y garantizarles el derecho a la salud y una vida digna.
“Hace más de un año hicimos la queja, y no nos dan respuesta. Hemos presentado pruebas de la alta contaminación, fotografías, videos, testimonios, y nada”, lamenta uno de los habitantes, mientras dan declaraciones piden el anonimato, pues temen algún tipo de represalia de parte de la empresa.
“Uno cuando pasa por la calle principal, en el verano no se soporta el tufo (mal olor). Esta empresa vino hace unos 8 años del lado de Ilobasco, de allá los corrieron igual porque la gente protestaba por la contaminación que provocaba”, denunció una mujer de la comunidad, quien también pidió no ser identificada. Se dice que la empresa mantiene su sede en Ilobasco, Cabañas, y aquí solo es para la crianza y sacrificio de los animales. “De aquí salen con camionadas de animales muertos, con un tufo por todo eso”, añade.
Otros pobladores denunciaron que durante el invierno la granja arroja grandes cantidades de desechos contaminantes, “aprovechando la correntada y que nadie se da cuenta, pero nosotros que vivimos en la zona no soportamos el mal olor que sale de las aguas negras y achocolatadas que pasan por acá y que van a parar al Lago Suchitlán, sí ahí donde pescan y usan esos pescados para comer”, advierte otro de los habitantes.
Las familias tienen miedo a hablar abiertamente de esta situación, dicen que la empresa suele contratar temporal o permanentemente personal de la misma comunidad, “además vienen a dar regalos a los adultos mayores, a los niños, con el fin de comprar voluntades”, advierten.
La empresa en su publicidad en redes sociales, suele solicitar personal para diversas áreas de la planta, que según datos se ubica en una extensión de 45 hectáreas, en El Barío, carretera que va de Suchitoto a Aguilares. También la empresa suele anunciar su responsabilidad social y ambiental: “Por octavo año consecutivo grupo El Progreso participa en la liberación de miles de Alevines de Tilapia en distintas partes de ríos alrededor del departamento de Cabañas siendo el río Titihuapa uno de los más prominentes de esta zona, en coordinación con las alcaldías de Ilobasco y San Isidro”, informan en sus redes sociales.
Con esto la empresa confirma su presencia por ocho años en el lugar, además que su planta central, reiteran los pobladores está en Ilobasco, Cabañas.
Visita para constatar contaminación
A finales de noviembre de este 2022 se hizo un recorrido por la zona, entre los cultivos y zonas vecinas a la planta. Encontrando un alto grado de contaminación en el agua de la principal quebrada. Los pobladores dicen que son siete comunidades las afectadas: Aguacayo, Zacamil I y II, Celina Ramos, entre otras.
Dicen que ya se acercaron al alcalde de la localidad, pero solo les ofrece apoyo, aunque recuerdan que fue en la administración de la alcaldesa de Suchitoto, Pedrina Rivera, la que se dio el permiso, pero ahora no se tiene certeza de qué hará el concejo, pues hasta hoy no ha revocado ningún acuerdo o permiso. Esto se confirma en una publicación de agosto de 2018, del periódico local “La Gaceta Suchitoto”, donde se informa que “en 2017” la administración de la alcaldesa Rivera dijo que “no tiene objeción” en ese momento para el funcionamiento de la granja de cerdos, y se otorgó el permiso. Aunque la normativa ambiental expresa que es el Ministerio de Medio Ambiente quien otorga los permisos, algunos pobladores dicen que la empresa comenzó a operar sin permisos del Estado, y fue hasta hace poco que se les ha dado la documentación.
Ellos, como pobladores, han pedido audiencias y no se las dan, ni las autoridades les informan nada al respecto. Lo cual les genera mayor preocupación e incertidumbre.
Por ahora, las familias demandan de las autoridades acompañamiento. “Pedirles a las autoridades que pongan manos en esto y no den permiso para que sigan instalando granjas ni de pollos ni de tuncos en el distrito”, expresa uno de los hombres, mientras observa con preocupación su plantación que es regada por el arroyo contaminado por la granja.
Más amenazas en la zona
Siempre en el municipio de Suchitoto, solo que en la reserva hídrica del Cerro de Guazapa, siete comunidades más mantienen su lucha y resistencia en contra de un proyecto avícola en marcha en la zona, el cual contaminaría los principales afluentes hídricos.
El principal afectado con el proyecto de la construcción de una Granja de crianza de aves, es la comunidad La Mora. Así como está en riesgo el sistema de abastecimiento “Haciendita”, proyecto que lleva agua a siete comunidades, y el cual funciona desde 2002.
El sistema que pertenece a la Asociación Rural de Agua y Saneamiento Haciendita, se construyó en 2002 con apoyo de la cooperación Belga, y beneficia hoy en día a las comunidades: Nueva Consolación, Mazatepeque, Los Almendros, Haciendita I y II, Santa Eduviges y Asunción. La Mora es el punto de origen de este proyecto, que solventó la vida de las familias que en dos décadas atrás debían caminar grandes distancias para abastecerse del vital líquido.
Ahora, su mayor preocupación dice, Jesús Ángel Escobar Acosta, quien forma parte del proyecto, es que el proyecto que beneficia directamente a unas 700 familias, se vea afectado con la contaminación que podría provocar la granja. “A nosotros no nos han consultado, como comunidades nos hemos unido porque la fuente de agua será contaminada. La más afectada sería la cuenca del Cerro de Guazapa, río los Limones”, expresa el líder comunal.
Mientras que Blanca Rubio, de la comunidad Nueva Consolación y representante del proyecto, asegura que “hace dos años venimos luchando”, aunque unas 40 manzanas ya fueron compradas por los propietarios del proyecto, que entre otras cosas tienen como finalidad instalar un pozo para extraer 289 mil 80 metros cúbicos al año, es decir, “más agua de lo que consumen las comunidades, lo que quiere decir que nos van a dejar sin agua a todos”, señala Milton Danilo Pérez, administrador del proyecto.
La comunidad no cree mucho en los ofrecimientos de la empresa que intenta impulsar el proyecto, y que a la fecha creen que está más próximo por su presencia y algunos ofrecimientos. “Consulta no han hecho, solo han venido a una comunidad”, señalan los afectados.
Aseguran que han ofrecido la plantación de 9 mil 500 árboles, “pero eso no compensará la contaminación que van a generar”, apunta Escobar Acosta.
Temen que la empresa no dé el trato adecuado a los desechos que se generen cuando esté en operaciones. “No se define cómo serán tratados en todo caso este desecho más las aguas residuales”, las cuales afectarán las quebradas Las Lajitas, Mico Bravo afluentes del río Chalchigue.
Toda esta situación tiene en zozobra a las familias de estas comunidades, tanto las afectadas por ahora con la Granja de Cerdos, como las amenazadas por el proyecto de la granja de aves. “No queremos que nos contaminen las aguas, nosotros vivimos de estas quebradas, ríos, no es posible que por unos pocos interesados en ganar dinero se dañe la vida de muchas familias”, coinciden las comunidades afectadas.
Hasta ahora, lamentan la falta de atención del gobierno central, por lo que en ambos casos reiteran el llamado a ser atendidas sus demandas, de lo contrario consideran que sus vidas están en riesgo cada día más.
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