Miguel Ángel Dueñas Góchez*
El 22 de abril ha sido establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como “Día Internacional de la Madre Tierra”, con la finalidad de que las actividades alusivas sirvan para reflexionar sobre la situación en que se encuentra nuestro hábitat planetario. El objetivo es crear consciencia ciudadana sobre la importancia crucial de garantizar la conservación y mejoramiento de las condiciones de vida para la posteridad.
La ceremonia ancestral que todavía se conserva en el área andina como “Pago a la Tierra”, es una gratitud del productor agrario a la Pachamama. No es como muchos creen, un acto de fe religiosa, una práctica pagana o una ignorantada como lo interpretan algunos ignorantes. Los campesinos viven de lo que produce la tierra y tienen un concepto de la vida y de la naturaleza que no es teórico ni producto de la enseñanza escolar, sino parte de su ser; le tienen un cariño inmenso a la Madre Tierra y sufren mucho cuando se los desliga de ella.
El campesino se alegra cuando observa que la Madre Tierra tiene la contextura y la fertilidad productiva apropiada, pero se entristece cuando ve que no llegan las lluvias o el agua con que la Pachamama gesta la vida sobre el suelo y subsuelo. Ama a la Madre Tierra y la defiende con su vida cuando peligra su integridad por la codicia de los depredadores de recursos naturales. Así lo han hecho frente a las graves amenazas de los proyectos mineros, defendiendo la ecología de sus hábitats.
Si con la misma devoción de Semana Santa pudiéramos defender la Pachamama quizá lograríamos revertir el proceso de muerte de nuestro planeta. Los gases tóxicos de efecto invernadero causan desgracia en todos lados por el calentamiento planetario. (https://www.servindi.org/actualidad-noticias/17/04/2017/dia-de-la-madre-tierra).
Todo ello lo preveían los grupos nativos, pero a partir de la invasión y conquista se les infundieron ideas muy diferentes a las propias, dándoles a creer que la vida no está en la tierra, sino en el cielo, donde todo permanece y es eterno. Así, mientras “veían hacia arriba”, se les despojó de la tierra, las costumbres y las creencias para el bien común.
* Lic. en Relaciones Internacionales.