Ya hemos criticado en otras ocasiones la actuación de la Fiscalía, pills o mejor dicho, there del señor Fiscal General. Y esas críticas no son sacadas de la nada.
Cuando se dio el caso de los jugadores vinculados con los amaños, la Fiscalía montó un gran show cuando se allanaron las viviendas de los futbolistas. Y a menudo hacía declaraciones amenazándolos con que le caería el peso de la ley, tras acusarlos de “lavado de dinero”.
Cuando llegó el momento de la vista, un juez sensato los puso en libertad, pues, lo que quedó claro para el señor juez es que los jugadores, en efecto, cometieron un acto inmoral al vender los juegos de la selecta, burlándose así de la afición, y por ello recibieron un castigo impuesto por las autoridades deportivas mundiales.
Traemos a cuenta este caso porque, lamentablemente, en el caso del ex presidente Francisco Flores, la Fiscalía se ha negado a acusarlo por lavado, un delito que a la luz de otros expertos del derecho, creen que está tipificado en el caso de las transacciones de las millonarias donaciones de Taiwán que pasaron a cuentas del ex presidente Flores.
Llama la atención como el señor Fiscal General Luis Martínez, quiso hundir a los jugadores de la Selecta por amaños, pero en el caso del ex presidente Flores lo trata con paños tibios.
Recordemos, además, que el caso del ex presidente Flores llegó al conocimiento público gracias a la oportuna intervención del ex presidente Mauricio Funes.
Y gracias a las valientes denuncias de Funes, el caso llegó hasta la Asamblea Legislativa, donde, se creó una Comisión que investigó el caso, lo que obligó a la Fiscalía a judicializar el caso.
Ha sido el juez Séptimo de Instrucción, el que ha solicitado a la Fiscalía presentar las pruebas y el requerimiento respectivo para juzgar al ex presidente Flores del delito de lavado, pero, la fiscalía se resiste hacerlo.
Esta actuación fiscal, nos lleva a sospechar que la judicialización del caso Flores, con delitos menores, es solo una pantomima de la justicia, que en el fondo, lo que se busca es que Flores pase por una exhibición pública, quede liberado, y con los años los salvadoreños y salvadoreñas olviden el tema.
Entonces, cuando comparamos la insistencia de la Fiscalía por acusar a los jugadores “amañadores” por lavado de dinero, y hacerse del ojo pacho en el caso Flores, no nos queda otra conclusión que pensar que en El Salvador la justicia solo es para el descalzo, como decía Monseñor Oscar Arnulfo Romero.