Por Patricio Arana
Bruselas/AFP
La Eurozona examinará este miércoles las nuevas propuestas de Atenas para obtener una ayuda financiera y evitar un ‘Grexit’, que fueron recibidas con escepticismo en Berlín y con ansiedad en París después de que el país entrara en default con el Fondo Monetario Internacional.
Atenas confirmó el envío el martes a sus acreedores de «una nueva propuesta con una serie de modificaciones» a la formulada por éstos, acompañada de una carta del primer ministro Alexis Tsipras a la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI.
El objetivo, dijo el gobierno, es encontrar una «solución recíprocamente beneficiosa» que permita salvar la financiación del país, en default con el FMI desde la pasada medianoche.
«Hay que ser claro, el acuerdo debe ser inmediato» afirmó este miércoles el presidente francés, François Hollande. «Hace tiempo que se habla de este acuerdo. ¡Que llegue!» exclamó.
Pero en Berlín el tono es otro. El ministro de Finanzas Wolfgang Schauble pidió a Atenas «clarificar sus posiciones» antes de eventuales negociaciones considerando que por ahora «no hay base» para conversaciones serias.
«Todo ello no constituye una base para debatir medidas serias», declaró Schauble, conocido por su absoluto apego a las normas. «Es por eso que Grecia¡ debe clarificar sus posiciones sobre lo que realmente quiere, y luego hablaremos de ello», dijo.
«El futuro de Europa no está en juego», dijo la canciller alemana Angela Merkel este miércoles, y reiteró que no se podrá hallar una salida a la crisis griega antes del referéndum del domingo en Grecia que espera «con tranquilidad porque Europa es fuerte».
Un tercer plan de ayuda
La propuesta enviada por Atenas será tratada por los ministros de Finanzas de la zona euro en una teleconferencia este miércoles por la tarde.
En ella pide un préstamo del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE, el fondo de rescate de la Eurozona) de unos 30.000 millones de euros de aquí a 2017, para cubrir las necesidades de financiación del país.
Esto constituiría un tercer plan de ayuda, luego del que recibió Grecia en 2010 y en 2012. Este último llegó a su fin el martes a la medianoche, junto con el vencimiento impago al FMI de 1.500 millones de euros, que convirtió a Grecia en la primera economía avanzada en caer en default con la institución.
En su carta al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, el presidente del BCE, Mario Draghi, y la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, Tsipras detalla las propuestas griegas, precisando que el IVA debe seguir en un 13% para los hoteles, y no en un 23%, como querían los acreedores.
También dice que seguirá vigente la reducción del IVA en las islas griegas, uno de los puntos litigiosos en las negociaciones de los últimos meses entre Atenas y sus acreedores.
Atenas propone igualmente que se aplique a partir de septiembre la reforma del sector del empleo, restableciendo las convenciones colectivas, suprimidas como parte de las medidas de austeridad de los últimos años.
«A primera vista, las propuestas son más débiles que las de los acreedores», indicó una fuente con conocimiento de las discusiones. Para una ayuda de dos años, las condiciones deberían ser «más consistentes» que para los planes de ayuda del pasado.
«No espero un avance sobre Grecia en el Eurogrupo de hoy (miércoles)», escribió este miércoles en Twitter el ministro eslovaco, Peter Kazimir.
Si se abriera una nueva negociación, el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombovskis, estimó que habría «una posibilidad de lograr un acuerdo antes del próximo vencimiento» del 20 de julio, día en que Grecia debe pagar 3.500 millones de euros al BCE.
La zona euro está dispuesta a analizar el nuevo pedido griego, «pero pienso que recién podremos ocuparnos seriamente después del fin de semana», dijo el martes el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, una vez celebrado el referendo.
Esta consulta, con la que el gobierno griego pide a la población que se pronuncie sobre un acuerdo entre Grecia y sus acreedores que ya no está sobre la mesa, ya que fue rechazado el fin de semana pasado, no corresponde a los «estándares» fijados por el Consejo de Europa, que criticó que fue anunciada demasiado tarde y que la pregunta sea muy compleja.
El salvavidas del BCE
Este miércoles tendrá lugar otra cita crucial: los 25 miembros del consejo de gobernadores del BCE se reunirán para abordar la situación del sistema bancario griego.
El ente emisor deberá decidir si mantiene los préstamos de urgencia a los bancos griegos, fragilizados por las retiradas masivas de los griegos, inquietos sobre el futuro financiero de su país.
Técnicamente, el BCE podría cerrar el grifo financiero, aunque parece poco probable. Tsipras decretó el fin de semana un corralito y tope de 60 euros por día para retirar con tarjeta de los cajeros. Excepcionalmente las entidades están abiertas este miércoles, jueves y viernes.