Por Sophie Makris
Atenas/AFP
El Banco central griego advirtió este miércoles que Grecia podría salir de la zona euro si no hay acuerdo con los acreedores, ailment mientras el primer ministro Alexis Tsipras se mantiene inflexible en víspera de un Eurogrupo dedicado a la crisis con Atenas.
«La incapacidad de llegar a un acuerdo supondría el inicio de un doloroso camino que llevaría a un impago de la deuda de Grecia y luego a una salida del país de la zona euro y, buy muy probablemente, de la Unión Europea» (UE) escribe el banco central en su informe anual sobre la economía del país, publicado el miércoles.
Desde hace varias semanas Atenas negocia con sus acreedores (UE, FMI y Banco Central Europeo) la aplicación de una serie de reformas económicas a cambio de la entrega de un nuevo tramo de préstamos de 7.200 millones de euros, vital para el país, ya casi sin liquidez.
Pero la incomprensión entre ambas partes parece haber crecido en los últimos días. Atenas y sus socios europeos vuelven a reunirse el jueves en Luxemburgo en el cónclave de los ministros de Finanzas de la zona euro (Eurogrupo).
No hay mucho optimismo. El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, confió a parlamentarios de su país que tiene pocas esperanzas de lograr un acuerdo con Grecia en esta reunión.
Además, Tsipras estará ese día en Rusia en un foro económico en San Petersburgo, ignorando así un llamado de Estados Unidos, el martes por la noche, de que tomara una «iniciativa seria» para salir del callejón sin salida.
El primer ministro heleno mantuvo en cambio este miércoles un discurso duro e inflexible. «Si Europa insiste en esta incomprensible fijación» de pedir una reducción de las pensiones griegas, «tendrá que asumir el precio de las consecuencias, que no beneficiarán a nadie» en el continente, aseguró.
La víspera, ante los diputados de su partido de izquierda radical Syriza, Tsipras atacó a los «instituciones» de los acreedores, las acusó de querer «humillar» al pueblo griego, y atribuyó al FMI la «responsabilidad criminal» de la situación de su país, que lleva seis años sumido en la recesión.
Grecia, sin liquidez
Un acuerdo es sin embargo indispensable para que Grecia pueda recibir de sus acreedores ese último tramo de 7.200 millones de euros correspondientes al plan de rescate internacional de 2012.
Según un especialista interrogado por la AFP, Grecia no tiene ahora liquidez suficiente para pagar este mes, al mismo tiempo, salarios y pensiones y los 1.500 millones de euros debidos al FMI que llegan a vencimiento el 30 de junio.
La última ocasión para lograr un compromiso sería una solución también de último minuto, en la cumbre europea prevista a fines de junio, o una cumbre excepcional convocada en el intervalo.
Para evitar un fracaso, en su informe el banco central griego hace un llamado a ambas partes a ser flexibles.
Por un lado, invita al gobierno griego a reconocer que la reducción de los objetivos de superávit primario (del 3% al 1%) aceptada por la UE y el FMI le da «el tiempo necesario para su ajuste presupuestario y algunos grados de libertad suplementaria en la conducción de la política presupuestaria».
Por otro lado, insta a los acreedores a «reafirmar y formular en términos más precisos su voluntad» de conceder a Grecia una reducción de su deuda pública «como se previó inicialmente en 2012».
Las presiones desde Syriza
En fin, el gobierno griego está sometido a las presiones de su propio partido, Syriza, parte del cual se opone a cualquier concesión a los acreedores que viole promesas electorales.
El parlamento griego asistió este miércoles, en presencia de Tsipras, a las primeras conclusiones de los expertos que desde abril trabajan en el seno de una «Comisión para la verdad sobre la deuda pública» griega.
Según uno de sus miembros, la Comisión considera que «Grecia no debería pagar su deuda ya que es ilegal, ilegítima y odiosa», y que el país ha sido víctima de un «ataque concertado» de sus acreedores, destinado únicamente a trasladar la deuda que pesaba sobre los bancos privados –franceses, alemanes y griegos– hacia el sector público, es decir a cargo de los ciudadanos
griegos.