Por Patricio Arana
Bruselas/AFP
Grecia pidió este miércoles un nuevo plan de rescate financiero a la zona euro, primer paso de un ajustado calendario de la «última oportunidad» que le fijaron sus socios para evitar el peor de los escenarios: el colpaso del país y una salida del euro.
«Es realmente el momento decisivo tanto para Grecia como para nosotros», dijo este miércoles por la mañana en un debate ante el pleno de la Eurocámara el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
«Sin unidad, nos despertaremos dentro de cuatro días en una Europa diferente (…) es nuestra última oportunidad», agregó Tusk al final de su intervención y luego de que el primer ministro griego, Alexis Tsipras, que también participaba en el debate, se mostró confiado.
Tsipras aseguró ante los diputados que lograrían «responder a las exigencias de la situación, por el bien de Grecia, de la zona euro y del interés económico y geopolítico de Europa».
Mientras que el primer ministro participaba en este intercambio en Estrasburgo, este de Francia, su gobierno envió el pedido formal para un tercer rescate financiero, un «préstamo» por tres años a cambio de un «paquete completo de reformas y medidas en las áreas fiscal, estabilidad financiera y de medidas a favor del crecimiento», según la carta enviada al fondo de rescate de la zona euro.
El pedido de Grecia de un tercer plan de rescate luego de seis años de recesión es el primer paso en un ajustado calendario decidido el martes por la noche por los socios de Atenas reunidos en cumbre extraordinaria en Bruselas.
Según este calendario, el gobierno griego debe ahora presentar un paquete de reformas detallado, lo que Tsipras confirmó que harían el jueves.
Las propuestas serán analizadas por las «instituciones» acreedoras de Atenas, Unión Europea, Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI) el viernes y pasarán luego a los ministros de Finanzas de la zona euro que se reunirán nuevamente de manera extraordinaria el sábado en Bruselas.
Los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea, los 28 y ya no únicamente los 19 de la Eurozona, decidirán en cumbre el domingo si se rescata a Grecia o si se confirma el ‘Grexit’.
Exasperación
Los cinco meses de negociaciones entre Atenas y sus acreedores, con apenas en las últimas dos semanas seis reuniones de ministros de Finanzas y tres cumbres extraordinarias, llevó la exasperación de numerosos socios de Grecia al paroxismo.
El martes por la noche quedó nuevamente en evidencia que hay dos bandos: los que buscan evitar lo peor, entre ellos Francia, y los que se niegan a rescatar nuevamente a Grecia, que ya benefició de dos planes de rescate desde 2010 por un monto de 240.000 millones de euro, entre ellos Alemania y varios países del este de Europa.
«Hay exasperación. Este fin de semana hay que concluir», dijo el martes el primer ministro holandés, Mark Rutte.
«Hay dos escenarios, o sucede un milagro y los griegos llegan en 24 horas con un paquete de reformas creíbles (…) o bien los griegos no lo hacen y concluimos que no podemos negociar», agregó.
«Necesitamos un programa para varios años que vaya más allá del que discutimos hace 10 días» que preveía ampliar el segundo plan de rescate –que expiró el 30 de junio– hasta noviembre, dijo el martes la canciller alemana, Angela Merkel.
Imposible reabrir los bancos
La urgencia de la situación fue subrayada también por el gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, que estimó que el domingo es la fecha límite para evitar el «caos» en Grecia.
Grecia se encuentra en un limbo financiero. En default con el FMI desde el 30 de junio debe hacer frente a importantes vencimientos este mes, con acreedores privados así como con el BCE.
Sus bancos se mantienen a flote únicamente por el control de capitales impuesto en urgencia –desde que cayó en default con el FMI y extendido tras el rotundo rechazo a las exigencias de sus acreedores en el referendo del domingo– y el salvavidas que el BCE otorga al sistema financiero griego.
Este miércoles el consejo de gobernadores del BCE decidió mantener sin cambios esta línea de crédito de emergencia (llamada ELA), medida que repite desde hace tres semanas. El salvavidas asciende a 89.000 millones de euros.
«La economía griega está al borde de la catástrofe, necesitamos absolutamente un acuerdo el domingo, es el último plazo, después será muy tarde y las consecuencias serán graves», dijo a una radio francesa.
Noyer, que ocupa un lugar en el consejo de gobernadores del BCE, agregó que es «imposible» reabrir los bancos. «Habría inmediatamente» una corrida bancaria.
Con los bancos cerrados, los ahorristas sólo pueden retirar 60 euros por día. La liquidez que inyecta el BCE se fue «al extranjero» o «debajo del colchón» dijo Noyer.
Según una fuente bancaria, «la exasperación y la impaciencia está llegando al límite en el consejo de gobernadores del BCE».
El martes por la noche, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, aseguró que tienen preparado «un eventual ‘Grexit’ detalladamente».
Para el secretario del Tesoro estadounidense, Jacob Lew es posible un acuerdo sobre Grecia si se toman «decisiones difíciles» sobre las reformas así como sobre un alivio de la deuda, que alcanza el 180% del PIB del país.
«No creo que un primer ministro griego pueda vender nuevas medidas presupuestarias y reformas estructurales sin tener una idea de la viabilidad de la deuda», declaró Jacob Lew en Washington.
Atenas reclama una quinta o reestructuración de deuda, a lo que Berlín se opone categóricamente, de momento.