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El ajetreo normal de las seis de la mañana en el Aeropuerto Internacional “Monseñor Oscar Arnulfo Romero”, en Comalapa, La Paz, lucía inusualmente alterado con la presencia de jóvenes y grupos cristianos de la Iglesia Católica que coparon los accesos a las entradas, enarbolando pompones de los colores amarillo y blanco que identifican al Vaticano, cantando y tomando fotografías. Así dieron la bienvenida al Cardenal Gregorio Rosa Chávez.
Recibir la bendición del Cardenal fue el aliciente de muchos y muchas que desde tempranas horas se apostaron en las aceras y jardines circundantes. El inicio del rezo del Santo Rosario a las siete de la mañana sirvió para calmar los ánimos y poner devoción a las peticiones de paz que prevalecieron al citar las Homilías del Beato Monseñor Oscar Arnulfo Romero, por cada misterio.
De pronto, el descontrol entre los medios de comunicación y la feligresía no se hizo esperar, cuando las puertas se abrieron y salió totalmente en su indumentaria roja, el Cardenal Gregorio Rosa Chávez, al que le coreaban incansable “Mensajero de la Paz”, que él correspondió con “Alabado sea Jesucristo”.
“Estoy contento de volver a la patria y traigo un mensaje de Paz del Santo Padre, de esperanza y gozo que Dios los bendiga a todos y todas; y que nos permita vivir en paz, en ese país que tanto hemos soñado y que puede ser posible si todos nos lo proponemos, Dios Quiera”, dijo el Cardenal Rosa Chávez.
“He hecho memoria de lo que es este país y su Iglesia. Y creo que un pueblo que recupera su memoria… es un pueblo con futuro”, agregó.
En cuanto a los medios de comunicación que abarrotaron su llegada, señaló: “Gracias amigas y amigos de la prensa, les agradezco de estar pendientes de este acontecimiento de todo corazón. Esta es una buena noticia para el país, entonces, que continúen esas noticias de estos hechos porque hay mucha ilusión, mucha esperanza y mucha alegría que ha despertado y espero sea el motor que nos conduzca a la paz, una paz consolidada justa y fraterna”, manifestó.
En cuanto al papa Francisco, y su identificación con la tierra del Beato Romero, el Cardenal Rosa Chávez explicó a la feligresía que está muy pendiente del destino del pueblo y de El Salvador.
“Cuando estuve con él, cuando me impuso el capelo, el papa Francisco estaba muy emocionado, lo vieron por televisión y quiero decirles que él estará pendiente de lo que ocurra aquí, en este momento con ustedes y en los días y meses que vienen y traigo su mensaje de paz, de esperanza y gozo, que Dios los bendiga”, manifestó el Cardenal.
En cuanto a su trabajo, el Cardenal Rosa Chávez afirmó que seguirán trabajando junto al Arzobispo José Luis Escobar Alas con la población y las demandas que de ella proceden de cara a la realidad que viven.
“Vamos a seguir caminando como pastores con ustedes, con el pueblo y con una ilusión y mucha esperanza que es una noticia que se ve en las calles, en las casas en todas partes. El país está como resucitando a la esperanza, eso permite que soñemos con un futuro diferente y juntos lo vamos hacer posible, porque la paz es de todos y debemos construirla entre todos”, recalcó.
Asimismo, el Cardenal Gregorio Rosa Chávez agradeció la visita que hizo el Presidente de la República Salvador Sánchez Cerén, a su llegada al aeropuerto, hoy por la mañana.
“Muy amablemente el señor Presidente (Sánchez Cerén) vino a acogerme, estaba el señor Nuncio y los Obispos del país, y es que somos una sola familia, y así debe ser un futuro igual para todos donde todos y todas lo construyamos. Vengo con muchas ilusiones, esperanzas y con tareas que iré detallando próximamente ante todos ustedes, pero por ahora basta con decirles que el país debe cambiar y por supuesto vamos abogar por la paz, contra la violencia, por la familia, la democracia auténtica, los migrantes, los pobres, los marginados esa es la agenda; para que el país sea el que queremos y esto puede cambiar pero con la voluntad de todos nosotros”, manifestó.
Presidente de la República da bienvenida al Cardenal Gregorio Rosa Chávez
Como cientos de salvadoreños desde muy temprano, el Presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén se unió al fervor del pueblo católico para recibir al Cardenal Gregorio Rosa Chávez en el Aeropuerto Internacional Monseñor Oscar Arnulfo Romero.
“Hombre de fe que a lo largo de su camino episcopal ha sido fiel al compromiso y entrega por la justicia y el bienestar de aquellos sectores más vulnerables”, aseguró. “Bienvenido Cardenal Gregorio Rosa Chávez. Nos sumamos al júbilo y alegría del pueblo salvadoreño”, dijo.
Y agregó, “Reconocemos como Gobierno en el Cardenal Gregorio Rosa Chávez a un hombre entregado a las enseñanzas de Jesucristo, quien realizó notables contribuciones al proceso de paz en El Salvador y apoya constante la búsqueda de soluciones a los problemas que más afectan a la nación”, agregó.
Luego del pequeño acto de presencia ante el pueblo salvadoreño, el Cardenal Rosa Chávez se integró a una Caravana rumbo al monumento “Cristo de la Paz”, donde una multitud coreó su nombre y gritó su alegría por su primera estación rumbo a la Cripta de Catedral y luego, a su hogar, en la Parroquia San Francisco, donde oficiará su primera misa.
Cristo de la Paz
Danzando y cantando al ritmo de alabanzas cientos de feligreses católicos congregados en el monumento al Cristo de la Paz dieron la bienvenida al primer Cardenal Salvadoreño Monseñor Gregorio Rosa Chávez. A su llegada el religioso se acercó a saludar a cada una de las personas que así lo pidieron.
En su intervención, el Cardenal, sosteniendo sobre su cabeza un retrato del beato Monseñor Oscar Arnulfo Romero, dedicó sus primeras palabras a quien según él era el merecedor del nombramiento como Cardenal. “Tengo como recuerdo una frase que él dijo en 1978, ‘la palabra queda y este es el consuelo del que predica porque jamás desaparecerá’, él debería haber recibido este honor”.
El Cardenal Salvadoreño también recordó las palabras que precedidas de un fuerte abrazo le dedicó el papa Francisco, “Él me abrazó muy emocionado y me dijo ‘ánimo y adelante’. El papa siente que ustedes son un pueblo capaz de lograr cualquier milagro, por ello esta seguro que podemos conseguir la paz”.
“Yo me siento un instrumento de Roma en nombre de Monseñor Romero, él merecía estar ahí, fui en nombre de ustedes, la iglesia martirial de El Salvador”, exclamó Rosa Chávez.
Monseñor Rosa Chávez durante su intervención también recordó a otro obispo mártir que como Monseñor Romero murió por los pobres, el padre Roberto Martín Ramos, quien en vida fue formador de sacerdotes. El Cardenal dijo que su asesinato nunca fue investigado y que es necesario hacerlo para que no quede impune.
Finalmente, se despidió explicando a la gente el significado de su escudo de cardenal, “Mi escudo tiene cuatro temas en él, primero la virgen María. La estrella de la paz, luego la Iglesia de los mártires, de los pobres y cuarto tema Romero, así que aquí está y no hay donde perderse, debemos ponernos en marcha.
Así emprendió de nuevo su peregrinaje que más tarde lo llevará hasta Catedral Metropolitana, lugar donde descansan los restos de su compañero y amigo el Beato Monseñor Oscar Arnulfo Romero.
En Catedral Metropolitana
“Cantando vienen con alegría señor, los que caminan por la vida señor, cantando vienen con alegría”, a una voz, cientos de feligreses que esperaban al Cardenal Gregorio Rosa Chávez en la Cripta de Catedral Metropolitana, uno de los lugares en el que su eminencia dio a conocer su mensaje de paz.
Desde tempranas horas de este cuarto de julio, la feligresía de avocó a la Cripta, lugar donde reposan los restos mortales del Beato Oscar Arnulfo Romero, quién en vida llamó “amigo” al Cardenal Rosa Chávez.
Entre aplausos y ovaciones el ahora primer Cardenal de El Salvador fue recibido por una multitud que entre otras cosas acompañaron a Rosa Chávez, un mar de cámaras y teléfono deseaban tomar las primeras imágenes de El Cardenal ante la tumba del Obispo Mártir.
Previó a ello, el Cardenal se dirigió a la feligresía anunciando que se realizará una peregrinación hasta Ciudad Barrios, Cuna de Monseñor Romero. Gregorio Rosa Chávez se hizo acompañar de una pequeña estampa en la que se podía apreciar la imagen de Monseñor Romero y en el lado contrario el escudo cardenalicio. Agradeció a Dios y al pueblo salvadoreño, no sin antes recordar que este nombramiento es en nombre de Romero.
“Este pueblo que ha recuperado la esperanza, la alegría. Monseñor Romero antes de haber nacido estabas aquí, te pido que imitemos a Cristo. Estamos aquí gozosos, porque tu eres el Cardenal de este país. Pedirte que me ayudes a ser un buen Cardenal, Monseñor Romero te necesitamos”, dijo, hincado, ante la Cripta del Beato.
Antes de retirarse, el Cardenal dedicó un cántico al Beato, en el que a una voz se unieron los feligreses: “Podrán matar al profeta, pero su palabra quedará”…
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