Madrid/España/AFP
Uno querría seguir subiendo, el otro volver a ser indispensable: el delantero del Atlético de Madrid Antoine Griezmann y el extremo del Real Madrid Gareth Bale juegan tal vez su último derbi madrileño el domingo en la Liga española, antes de una eventual salida al término de la temporada.
Cuando se dispone a jugar el domingo en el Santiago Bernabéu su 200º partido con los ‘Colchoneros’ (107 goles), Griezmann se muestra por ahora evasivo sobre su porvenir. «Decidiré mi futuro antes de la Copa del Mundo» (14 junio-15 de julio), subrayó a finales de marzo el delantero estrella de la selección francesa.
Y la prensa catalana no deja de hablar del interés del Barça, susceptible de pagar en verano su cláusula de rescisión (100 millones de euros).
Tras un otoño decepcionante en que fue objeto de abucheos de los aficionados rojiblancos, «Grizi», de 27 años, parece haber vuelto por sus fueros: lleva 24 goles contando todas las competiciones y su dúo con Diego Costa funciona bien… tal vez al punto de volver a pensarse una salida.
Mucho que aprender de Simeone
«¿Si se termina una etapa en el Atlético? No, no creo», dijo el francés. «Estoy bien en Madrid. Quiero ganar un título, por ahora veo que puedo con el Atlético y tengo todavía mucho que aprender del entrenador (Diego Simeone).»
Este título por conquistar es la Europa League. El jueves, tras haber marcado contra el Sporting de Portugal (2-0) en la ida de cuartos de final, Griezmann prefirió dejar aparte las especulaciones sobre su futuro.
«En cuanto llego a casa no hay tele, no hay nada. Disfruto de mi hija y nada más», explicó en zona mixta, añadiendo que «estoy tranquilo, prefiero pensar en mi juego, intentar llegar lo mejor posible a los grandes partidos y ser importante».
Sin duda, querrá serlo el domingo en un derbi muy esperado por el Atlético (2º, 67 puntos) y el Real Madrid (3º, 63 puntos), en lucha por la segunda plaza por detrás del intocable líder, el Barcelona. Y Griezmann brilla a menudo en el Bernabéu, donde ha marcado en sus dos últimas visitas en Liga…
Bale suplente
Su cara impasible, cuando Cristiano Ronaldo logró el martes una memorable chilena, lo decía todo: suplente contra la Juventus (3-0), Gareth Bale parece anímicamente tocado tras haber sido suplente en todos los partidos importantes de Liga de Campeones en estas últimas semanas.
Antes indiscutible en el seno del trío ofensivo «BBC» (Bale-Benzema-Cristiano), el extremo galés parece haber sido adelantado por Isco, Marco Asensio e incluso Lucas Vázquez, sin que lo remedie ni su doblete contra Las Palmas en Liga (3-0).
Una situación difícil para jugador que fue en 2013 el traspaso más caro de la historia procedente del Tottenham (100 millones de euros).
«Jugaron otros jugadores y lo hicieron muy bien, pero Gareth es importante y lo va a ser hasta el final», desdramatizó este sábado su técnico Zinedine Zidane.
Una fuente cercana al entorno del jugador dijo a la AFP que Bale reflexionaría sobre su futuro al término de la temporada, pero que su primera opción era seguir en el Real Madrid.
Y numerosos clubes ingleses podrían estar interesados en el potente zurdo galés, de 28 años, con la prensa hablando principalmente del Mánchester United.
«Independientemente de cómo vamos a acabar la temporada, Gareth se va a quedar, es mi sensación», comentó Zidane este sábado.
Ocurra lo que ocurra, Bale afronta este derbi madrileño con las ganas de probar de que puede ser ese jugador decisivo presentado a su llegada como el heredero de Cristiano Ronaldo. Pero el tiempo se agota…