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Amenazas, gritos y disparos rompieron la tranquilidad de la noche, cuando un huésped de un motel capitalino comenzó a disparar contra los empleados en un primer momento, luego, contra la Policía.
Todos los huéspedes y empleados abandonar el lugar ubicado en la tercera calle poniente y 17 avenida norte de San Salvador.
“Aquí no vas a entrar hijuep… porque te voy a matar”, fue la advertencia que vino acompañada de un balazo que obligó a los empleados de un motel a retroceder de la puerta de la habitación -a la que se habían acercado tras escuchar fuertes ruidos en su interior-, por lo que pidieron auxilio a la Policía.
Con la misma amenaza y más disparos de arma de fuego fueron recibidos los policías de la Delegación de San Salvador. El huésped del motel, que a esa hora ya había colocado la cama y otros muebles detrás de la puerta de la habitación, se había refugiado dentro del baño.
Agotado el primer protocolo de actuación policial, las autoridades debieron recurrir a un segundo procedimiento que demanda el uso de equipo seleccionado y pidieron la intervención del Grupo de Reacción Policial (GRP).
“No van a entrar, los voy a matar”, se podía escuchar desde la calle, cuando los agentes especializados se identificaron y le ordenaron que soltara el arma y saliera, pero la respuesta fueron disparos contra la autoridad.
Tras varias horas de negociación los agentes del GRP lanzaron una granada de gas al interior del dormitorio y esperaron por varios minutos. “Crees que con eso me vas a abatir”, se oyó gritar, al tiempo de hacía más disparos contra los agentes desde el interior del baño. Quienes sí salieron por los efectos del gas fueron los inquilinos de otros moteles cercanos.
Los policías del GRP, entonces, decidieron explosionar un artefacto aturdidor. Pese al impacto dentro de la pieza, el sujeto sacó la mano por la puerta del baño y logró disparar en contra de los agentes, quienes respondieron al fuego, asestando un impacto en el brazo del atacante. Aún herido el sujeto continuó con los disparos. Sin embargo, los agentes lograron persuadirlo de que colocara el arma en el suelo.
La Policía identificó al atacante como Alexander Ernesto Rosa Ruano (35), quien será remitido en las próximas horas ante un tribunal capitalino acusado del delito de homicidio en grado de tentativa.
Mientras el padre del capturado, quien se había mantenido en las cercanías del motel, al referirse a los agentes exclamó: “Benditos sean ustedes porque no me mataron a mi hijo”.