San Salvador, 28 de Septiembre
El Acuerdo firmado este lunes en Cartagena por el Gobierno de Colombia y las FARC-EP es un motivo de alegría y de gran satisfacción para el pueblo de El Salvador y un triunfo de los ideales democráticos en América Latina. Nos sentimos parte de este esfuerzo colectivo y solidarizamos con las y los colombianos que han puesto su fe y esperanza en este proceso, en aras de la paz como un bien común.
Valoramos el arduo trabajo de construcción de consensos que durante cuatro años desarrollaron en La Habana las partes en conflicto y la capacidad de construir un acuerdo que establece lineamientos estratégicos para alcanzar no sólo la reinserción política de la fuerza beligerante sino también la inclusión de sectores marginados del desarrollo económico y social.
La firma del Acuerdo de Paz no es el fin del diálogo. Por ello, en vísperas de los 25 años de los Acuerdos de Chapultepec y desde las lecciones aprendidas de la experiencia salvadoreña, les alentamos a continuarlo. El desafío de hacer realidad los Acuerdos dependerá no sólo de la voluntad política sino, además, de la capacidad de hacer prevalecer el bien común, los derechos y las libertades de toda la ciudadanía colombiana.
Expresamos la satisfacción por la presencia de la diputada Nidia Díaz y de ex Canciller Óscar Santamaría en Cartagena de Indias durante la ceremonia de firma de los Acuerdos y agradecemos al Embajador de Colombia en El Salvador, las gestiones realizadas para que, a través de ellos, este Grupo se hiciera presente en este histórico momento.
Agradecemos asimismo a la Embajada de Chile en El Salvador el esfuerzo por coordinar esta iniciativa que nos ha permitido un análisis crítico de nuestra propia experiencia y valorar las perspectivas del aporte salvadoreño al posconflicto colombiano.