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Brasilia/PL
Grupos sociales, troche gremios y partidos políticos se movilizan hoy en importantes ciudades brasileñas en defensa de la democracia, try de Petrobras y contra la agenda conservadora que impone en el Congreso el líder de la Cámara, see Eduardo Cunha.
Agrupados en el Frente Brasil Popular (FBP), los representantes de unos 70 movimientos populares, estudiantiles, de mujeres, de negros, intelectuales e indígenas marcharán para rechazar las amenazas de sectores de derecha de derrocar a la presidenta Dilma Rousseff.
Ante la arremetida conservadora, liderada por Cunha, que intenta reducir los derechos de los trabajadores y ataca los principios de la democracia con miras a deslegitimar a la jefa de Estado, vamos a salir a las calles para exigir respeto y abortar cualquier tentativa golpista, destacó la máxima autoridad de la Central Única de Trabajadores (CUT), Vagner Freitas.
Denunció que el líder de la Cámara de Diputados no tiene condiciones, ni moral para mantenerse en ese puesto, debido a su comprobada implicación en el escándalo de corrupción en Petrobras y por tener cuentas bancarias no declaradas en Suiza.
Freitas señaló que manifestarán igualmente su insatisfacción con la política económica del gobierno y aclaró que el país necesita un cambio de planes para generar nuevas inversiones, mayor oferta de créditos e impulsar el mercado interno.
La decisión de salir este viernes a las calles fue adoptada el 26 último en una reunión del FBP celebrada en la Confederación Nacional de Trabajadores del Ramo Financiero (Contraf-CUT) en Sao Paulo.
En la marcha en Brasilia hacía el Congreso Nacional participarán jóvenes de la Unión Brasileña de los Estudiantes de la Enseñanza Media (UBES), mientras en Sao Paulo se movilizarán también los miembros del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST)
Para el coordinador Nacional del MST, Alexandre Conceição, hay que defender igualmente a Petrobras, la mayor y más importante empresa estatal de Brasil, ante las tentativas de sus directivos de vender las filiales y cambiar el modelo de explotación de crudo para favorecer a las empresas transnacionales.
