Ciudad de Guatemala/AFP
Edgar Calderón
La población de Guatemala avaló en un referendo la decisión de llevar un histórico conflicto territorial con Belice a la justicia internacional, un paso decisivo para poner fin a la controversia causante de tensiones entre ambos países.
Los guatemaltecos allanaron el camino al ganar ampliamente el «Sí» en el referendo para llevar el litigio a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya con un 95,87%, tras escrutarse el 99,15% de los votos, según el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Sin embargo, en la consulta prevaleció la apatía de los guatemaltecos pues la participación apenas alcanzó al 26,33% del padrón electoral.
Ahora corresponde a Belice realizar una consulta popular similar, aunque ese país aún no define fecha para el referendo, dijo a la AFP el embajador beliceño en Guatemala, Alexis Rosado.
El diplomático dijo que «para nosotros es positivo que el pueblo de Guatemala haya hablado en las urnas, ya que es un compromiso de ambos países. Luego nos va a tocar a los beliceños».
«Por mucho tiempo nos dábamos la espalda. El diferendo nos distanciaba mucho y ahora lo que buscamos es que la corte decida», agregó Rosado.
La consulta definió llevar ante la corte internacional el conflicto para definir la frontera no delimitada entre ambos países, denominada zona de adyacencia.
Las dos naciones se vieron obligadas a realizar el referendo para llevar su disputa a la CIJ porque no son miembros de ese tribunal.
Analistas consideran que el tortuoso proceso legal podría llevar hasta una década para finiquitar el litigio en La Haya.
Los primeros años servirán para que Guatemala presente la demanda ante la Corte, luego Belice presentará una contrademanda. Al aceptar elevar el conflicto a esa instancia, los dos países se comprometen a aceptar el fallo, cumplirlo y ejecutarlo de buena fe.
El analista político Juan Carlos Sanabria, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales, dijo a la AFP que Guatemala debe «empezar a trabajar en el caso que tendrá que presentar en la Corte Internacional» para que «vaya bien sustentado».
Ahora Belice
Para el asesor de la Unidad de Soberanía y Dominio del Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala, Rafael Salazar, Belice tiene «el mismo compromiso que Guatemala y existe la voluntad política de hacer la consulta popular».
La disputa se remonta a 1783, cuando España -que entonces colonizaba lo que hoy es Guatemala- dio esos territorios en concesión a Gran Bretaña para que explotara madera.
Tras los resultados de la consulta en Guatemala, la embajadora británica en Guatemala, Carolyn Davidson, alentó al gobierno de Belice a que celebre pronto su referendo «para mantener el impulso hacia una solución duradera y pacífica a esta disputa».
«La seguridad jurídica entre los dos países impulsará la paz, la inversión y el desarrollo social», estimó la diplomática en un comunicado.
Davidson reiteró el apoyo del Reino Unido a ambos países en «sus esfuerzos por avanzar hacia la paz y la aplicación efectiva de medidas de fomento de la confianza».
Guatemala reclama a Belice unos 11.030 km² de territorio, así como centenares de islas e islotes.
En 2008, Guatemala y Belice acordaron ir a la Corte Internacional de Justicia para poner fin a la controversia de más de dos siglos, previa aprobación de sus ciudadanos.
Guatemala reconoció en 1991 la independencia de Belice, pero nunca dejó de reclamar el territorio en disputa.