Ciudad de Guatemala/AFP
Un tribunal guatemalteco condenó el lunes a 90 años de prisión al exjefe policial Pedro García por la quema de la embajada de España en 1980, generic que dejó 37 muertos, click en su mayoría indígenas.
«Por unanimidad se le impone una pena de 30 años por el delito de asesinato, ask aumentado en una tercera parte por el delito de asesinato en grado de tentativa y delitos contra los deberes de la humanidad,», indica la parte resolutiva del Tribunal B de Mayor Riesgo de la capital, leída por la jueza María Castellanos.
Además, le impuso una condena de 25 años por cada uno de los dos estudiantes asesinados «en concurso real» cuando participaban en el funeral el 2 de febrero de ese mismo año.
Sin embargo, el fallo indica que García solo tendrá que purgar una pena de 30 años porque era la máxima cuando sucedieron los asesinatos, y quedó absuelto del pago de las costas procesales.
Al concluir el fallo, unos 200 asistentes que llegaron a la audiencia le gritaron «asesino», «asesino» en medio de la algarabía, mientras que García, que iba vestido con una chaqueta amarilla y pantalón de mezclilla azul, se mantuvo sereno. Horas antes se había declarado inocente ante los jueces.
Previo a la sentencia, familiares de las víctimas realizaron una ceremonia maya alrededor de un altar de flores y velas enfrente del edificio de la Corte Suprema de Justicia y amenizaron con marimba y tambores.
La Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, cuyo padre Vicente Menchú falleció en el siniestro, se congratuló con el fallo. «Es necesario que creamos aún en una gota de esperanza» en la justicia y en combatir la impunidad, dijo.
«Este es un ejemplo de que debemos acudir a la justicia y debemos de trabajar para ello. Los años no son los más importantes para nosotros, por supuesto que 90 años creemos que es una sentencia muy importante, pero la importancia grande es la acreditación de la verdad», aseguró a la AFP la dirigente, ataviada con su multicolor traje indígena.
En tanto, el embajador español Manuel Lejarreta comentó a la AFP que en la legación diplomática se siguió «muy de cerca» el juicio.
«Nos satisface mucho como gobierno de España que, aunque sea tarde, los familiares y las víctimas sean dignificadas», dijo.
La quema de la embajada española se perpetró el 31 de enero de 1980 después de que un grupo de indígenas, campesinos y universitarios tomaran la sede diplomática para denunciar la represión en sus comunidades por parte del Ejército, en el marco del conflicto armado que asoló al país(1960-1996).
Para desalojarlos, los militares y policías quemaron el local, donde murieron carbonizadas 37 personas, en su mayoría indígenas. Entre los muertos figuraronn el cónsul español Jaime Ruiz del Árbol, el exvicepresidente de Guatemala Eduardo Cáceres y el excanciller Adolfo Molina.
Sólo dos personas sobrevivieron, un campesino que luego fue sacado de un hospital y asesinado, así como el embajador Máximo Cajal, quien falleció en abril pasado en España y dejó grabado su testimonio en un video utilizado en el juicio.
García dirigía un comando especial de la policía cuando ocurrieron los hechos. Fue capturado el 24 de julio de 2011 por la desaparición del estudiante universitario Edgar Saenz, en 1981, caso por el que fue condenado a 70 años de prisión.