Guatemala / Prensa Latina
Una batalla en las Cortes mantiene entrampado al proceso electoral en Guatemala, donde al menos cuatro binomios presidenciales esperan sus fallos para estar en las papeletas.
Tres de las cuatro mujeres aspirantes a dirigir este país, dependen por razones distintas de la resolución de amparos y apelaciones en poder de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y de Constitucionalidad (CC).
Thelma Aldana, del Partido Semilla, es quien tiene el camino más difícil, luego de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) le negara ayer su inscripción, al respaldar recursos de nulidad presentados por las agrupaciones Todos y el Partido Liberal de Guatemala.
El registro oficial de Aldana por el TSE fue admitido en principio pocos días después de su proclamación el 10 de marzo, pero denuncias por una supuesta contratación irregular durante su administración al frente del Ministerio Público y después, una orden de captura, casi la tienen fuera de la contienda.
La exfiscal general anunció la víspera que seguirá agotando la vía legal, por lo que podría solicitar un amparo en la CSJ y en última instancia acudir a la CC para aparecer en la boleta junto a 23 binomios más.
Aldana se encuentra en El Salvador, donde mantiene comunicación con sus seguidores a través de las redes sociales hasta que las condiciones internas permitan su regreso a Guatemala, una opción que Semilla no se atreve a adelantar.
‘A todos los guatemaltecos, a los decentes, les insto a continuar resistiendo el embate del #Pacto de Corruptos. Llegaremos hasta la Corte de Constitucionalidad para que prevalezca nuestro derecho a elegir y ser electos’, escribió en su cuenta de Twitter, tras filtrarse la decisión del TSE que no ha sido anunciada oficialmente.
Zury Ríos (Valor) y Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) son otras de las presidenciables en la mira de los tribunales, a pesar de liderar la intención de votos de las encuestas.
A diferencia de Aldana, ellas cuentan con sus credenciales, participan desde el 18 de marzo en la campaña electoral, aunque tienen cuentas pendientes que podrían apartarlas del camino.
En el caso de Ríos, la polémica es la misma de 2015, cuando logró un amparo de la CSJ a pesar de que constitucionalmente dos artículos impedirían su participación por ser hija del golpista Efraín Ríos Montt.
La aspirante de Valor fue inscrita por el TSE, luego de que un amparo provisional del Tribunal Supremo le ordenara al ente hacerlo. Poco después, el respaldo definitivo motivó al ente electoral a acudir a la CC, que aún no se pronuncia.
Para Torres todo parecía ir viento en popa luego que la CSJ decidió no retirarle su inmunidad por un caso de financiamiento electoral ilícito en 2015, pero el Ministerio Público recién accionó en su contra.
Si la CC se pronuncia a favor, la figura de la UNE podría ver frustrada su aspiración de llegar a la Presidencia, una batalla que asume por segunda ocasión.
En una posición más comprometida se encuentra Mauricio Radford, de Fuerza, quien ha visto revocar su inscripción y volverla a tener, en solo horas.
Radford aparece ligado a proceso por supuesta alteración de actas de una asamblea de su partido en 2015, y espera por un amparo de la CSJ para saber si queda o no sujeto a antejuicio.
Analistas apuntan que cada día que pasa la incertidumbre es mayor sobre el total de fichas del rompecabezas que tendrán los guatemaltecos en sus manos cuando el 16 de junio acudan a las urnas.
Esto sin contar trabas similares que enfrentan las candidaturas para diputados al Congreso, alcaldías y corporaciones municipales, y al Parlamento Centroamericano.