Por: Iván Escobar
Cobertura Especial
Guatemala será la sede de la III Cumbre de Mujeres Indígenas de Abya Yala, a realizarse entre el 9 y 12 de octubre del presente año, y en la cual mujeres provenientes de distintas poblaciones originarias del continente se darán cita para discutir sobre las principales problemáticas y desafíos en el presente siglo. El Salvador participará por primera ocasión en esta reunión con delegadas de poblaciones del occidente y la zona paracentral del país.
El encuentro forma parte de un trabajo organizacional que comenzó a materializarse con la primera Cumbre, celebrada en Bolivia, en mayo de 2021, y una segunda Cumbre, que tuvo lugar, en Perú, en octubre de 2021. No obstante, las organizadoras advierten que este trabajo viene de más de cuarenta décadas atrás, recogiendo las demandas y resistencia de las poblaciones originarias.
La III edición de la Cumbre de Mujeres Indígenas se da de forma presencial, y es un encuentro en el que participarán más de 500 mujeres en representación de sus comunidades y países, para elevar su voz y dar a conocer al mundo los problemas que les aquejan.
Defensa de la tierra, de espacios sagrados, exclusión, pobreza, marginación, formas de comunicación, aprendizaje, ancestralidades, desafíos y defensa de los recursos naturales en sus comunidades, son algunos de los temas que las mujeres discutirán durante los tres días de trabajo, con el fin de avanzar en la construcción de una nación pluricultural. La resistencia y lucha han acompañado a las comunidades originarias de Abya Yala, como se le conocía al continente americano, antes de la invasión española. 530 años después de aquel “descubrimiento”, las comunidades siguen reiterando, que “nadie nos descubrió, ya existíamos”, y lamentan que en pleno siglo XXI, las poblaciones indígenas a lo largo del continente siguen siendo las más excluidas y explotadas.
En El Salvador, las poblaciones indígenas siguen luchando y hoy en día, resisten ante las políticas de exclusión que han enfrentado durante más 90 años, cuando se dio la mayor masacre indígena en la zona occidental del país, conocida como la masacre de 1932. Ya en 1833, también las poblaciones originarias de la zona de los Nonualcos, fueron reprimidas por el Estado salvadoreño.
Hoy en día, la principal demanda de las poblaciones originarias en El Salvador, es la tierra, que se les robó; además, demandan la pronta ratificación del convenio 169, de la OIT, entre otras demandas. Reconocen avances como el reconocimiento constitucional, pero advierten que hace falta mucho para garantizarles una vida digna.
En Mesoamérica y el Sur del continente las poblaciones originarias siguen librando luchas en defensa de sus territorios, siguen padeciendo diversas problemáticas, pero remarcan las organizadoras de la III Cumbre, que desde 1970 “los pueblos originarios se han auto-convocado para reflexionar, demandar y establecer propuestas para la coexistencia de los pueblos frente a los Estados”. La jornada iniciará a las 10 de la mañana, el próximo domingo 9 de octubre y finalizará el miércoles 12 de octubre en la nación centroamericana, con la gran marcha en el Día Internacional de la Resistencia Indígena.