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Rolando Alvarenga
@DiarioCoLatino
Prohibiendo a sus atletas y delegados participar en el Campeonato Centroamericano de Managua, que se disputa este viernes y sábado, las federaciones de Karate Do de Guatemala y Panamá echaron ayer más leña al fuego al cisma que durante las últimas semanas han propiciado sobre la Confederación Centroamericana de Karate Do. El presidente de la Federación Salvadoreña de Karate Do, Oswalds Mata, quien se encuentra en Managua, informó a Diario Co Latino, que la noche del miércoles se realizó el Congreso de la CCONDEKA con la gran ausencia de los delegados guatemaltecos y panameños. “La buena nueva para El Salvador, dijo, fue que por unanimidad (5-0) se le otorgó la sede del CCONDEKA 2022” y la elección virtual para confirmar los cargos será dentro de un mes.
“Por cuestiones políticas, Guatemala y Panamá prohibieron a sus atletas, entrenadores y árbitros que vinieran a Managua”, respondió Mata, al ser preguntado sobre las ausencias de ambos países en este campeonato. Relató que en el caso de Panamá, “el Presidente de la federación panameña, que es un muchacho joven y que acaba de entrar, se presentó como candidato a presidente de nuestra Confederación y para mantener la unidad lo íbamos apoyar pero se comportó soberbio. Entonces, y al darse cuenta que la mayoría se le había volteado en sus aspiraciones, dijo que estábamos incumpliendo estatutos y al saber que iba a perder, renunció a su candidatura”.
Sobre Guatemala, Mata expuso que la persona que manda en el karate no es ningún directivo. Es un entrenador cubano que reside en Miami y desde allá mueve los hilos de todo. Reveló que “desde hace años, con esa federación hemos tenido conflictos. Tiene la Secretaría de CCONDEKA, pero por su comportamiento y labor han dejado mucho que desear al grado de estar tambaleando este cargo”. Por otra parte, Mata manifestó que Guatemala sabía que por falta de apoyo gubernamental no iba a poder realizar este CCONDEKA que se pasó para Managua, pero no lo notificó en su momento, exponiendo a los miembros de la Confederación a incurrir en gastos innecesarios. “Fue hasta que los otros países los pusimos contra las cuerdas que aceptaron la declinación”, sostuvo.
