Teherán/AFP
por Siavosh Ghazi
El guía supremo de Irán, Alí Jamenei, rompió su silencio el martes acusando a los «enemigos» de su país de unirse para dañar al régimen, en el sexto día de un gran movimiento de protesta marcado por la violencia.
Nueve personas murieron durante la última noche en el centro de Irán, donde los manifestantes intentaron tomar por asalto una comisaría.
En total 21 personas, entre ellas 16 manifestantes, murieron desde el jueves, cuando empezaron en la ciudad de Mashhad (noreste) las protestas contra las dificultades económicas y el poder, que luego se extendieron por todo el país.
Aunque Teherán, la capital, se ha visto menos afectada, las autoridades anunciaron 450 detenciones desde el sábado.
En su primera declaración desde el inicio de las protestas, el ayatolá Jamenei aseguró en la televisión oficial que «los enemigos (de Irán) se han unido y están usando todos sus medios, su dinero, sus armas, sus políticas y sus servicios de seguridad para crear problemas para el régimen islámico».
«El enemigo siempre está buscando una oportunidad y cualquier grieta para infiltrarse y golpear a la nación iraní», añadió.
En su último tuit este martes, el presidente estadounidense Donald Trump aseguró que «el pueblo de Irán está finalmente actuando contra el brutal y corrupto régimen iraní». «La gente tiene poca comida, una gran inflación y no tiene derechos humanos», agregó.
Bahram Ghassemi, responsable del ministerio de Relaciones Exteriores, le respondió que «en lugar de perder el tiempo enviando tuits inútiles e insultantes contra los otros pueblos, (Trump) debería ocuparse de los problemas internos de su país».
La embajadora estadounidense en la ONU, Nikki Haley, dijo este martes que Washington pedirá una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad sobre las protestas en Irán.
«La ONU debe pronunciarse en los próximos días, llamaremos a una sesión de urgencia», dijo la diplomática estadounidense.
El presidente iraní Hasan Rohani pidió también el martes a su homólogo francés Emmanuel Macron tomar medidas contra las actividades de un «grupo terrorista» iraní con sede en Francia e involucrado según él en las recientes manifestaciones en Irán, informó la televisión estatal.
«Criticamos que un grupo terrorista tenga una base en Francia y actúe contra el pueblo iraní y apoye la violencia. Esperamos que el gobierno francés actúe contra ese grupúsculo terrorista», declaró el presidente iraní en una conversación telefónica en clara referencia a los Muyaidines del pueblo.
‘Más duro’ será el castigo
El principal grupo reformista iraní, presidido por el expresidente Mohamad Jatami, condenó la violencia de los «alborotadores» que «aprovecharon las manifestaciones y las protestas pacíficas para (…) destruir bienes públicos e insultar los valores religiosos y nacionales sagrados». También denunció el apoyo de «los enemigos del pueblo iraní, con Estados Unidos a la cabeza (…) a las acciones violentas».
Según la televisión estatal, seis manifestantes murieron en enfrentamientos durante la noche con las fuerzas de seguridad, cuando intentaban tomar por asalto una comisaría en Qahderiyán, en la provincia de Isfahán.
En Jomeini Shahr, una ciudad de la misma región del centro del país, un niño de 11 años murió y su padre resultó herido por disparos de manifestantes.
Un miembro de los Guardianes de la Revolución murió y otro resultó herido por disparos de un fusil de caza en Kahriz Sang, en el centro del país. Las autoridades también anunciaron la muerte de un policía por disparos de un arma de caza en Nayafabad.
‘Contrarrevolucionarios’
Los responsables iraníes acusan a «alborotadores» armados de infiltrarse en las manifestaciones mientras que algunos dirigentes culpan de los disturbios a «contrarrevolucionarios» instalados en el extranjero.
El general Rasul Sanairad, responsable político de los Guardianes de la Revolución, acusó en particular a los Muyahidin del Pueblo de Irán, una organización en el exilio, y a grupos monárquicos del extranjero de «estar detrás» de las protestas, según la agencia Tasnim.
Estas protestas son las más importantes desde el movimiento de 2009 contra la reelección del presidente ultraconservador Mahmud Ahmadineyad. Para frenarlas, las autoridades decidieron bloquear las aplicaciones Telegram e Instagram que los manifestantes usan para organizar las manifestaciones.
Rohani acusó a una «pequeña minoría» de «agitadores» de ser responsables de las manifestaciones. Rohani, elegido en mayo para un segundo mandato, ha sacado al país del aislamiento internacional gracias al levantamiento de sanciones internacionales, posible por el histórico acuerdo de 2015 con las potencias internacionales. Pero el acuerdo no trajo la mejoría económica esperada.
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