Naciones Unidas/Prensa Latina
El secretario general de la ONU, António Guterres, urgió hoy al Gobierno israelí a detener la escalada en Rafah ante el riesgo que enfrentan las operaciones humanitarias concentradas en esa gobernación de Gaza.
El titular de Naciones Unidas advirtió que el cierre del cruce fronterizo con Egipto ubicado en esa zona resulta especialmente perjudicial mientras la situación ya es terrible.
En ese sentido, anunció que la falta de acceso podría provocar un desabastecimiento total de combustible para las operaciones humanitarias esta noche.
El alto representante reiteró su llamado a Tel Aviv y Hamas a no escatimar esfuerzos para lograr un acuerdo que consiga detener el derramamiento de sangre, liberar a los rehenes y ayudar a estabilizar una región que todavía corre riesgo de explosión.
Un ataque a gran escala contra Rafah sería una catástrofe humana, insistió el veterano diplomático en una alocución ante la prensa pocas horas después de que las Fuerzas de Defensa israelíes tomaran el control del paso de Rafah.
Entre otras consecuencias, el máximo responsable de la ONU adelantó que una escalada en esa zona podría dejar incontables víctimas civiles y familias desplazadas.
Rafah es el epicentro de las operaciones humanitarias en Gaza, añadió, un ataque allí afectará aún más los esfuerzos por apoyar a las personas que se encuentran en situaciones humanitarias desesperadas mientras se avecina una hambruna.
«El derecho internacional humanitario es inequívoco: se debe proteger a los civiles, ya sea que abandonen Rafah o se queden en la ciudad», remarcó Guterres al pedir a ambas partes respetar las leyes internacionales.
Al mismo tiempo, recordó a Israel su obligación de facilitar el acceso seguro y sin obstáculos de la ayuda humanitaria y del personal a Gaza y a través de ella.
«Incluso los mejores amigos de Israel lo tienen claro: un asalto a Rafah sería un error estratégico, una calamidad política y una pesadilla humanitaria», dijo al insistir en la necesidad de presionar para evitar más tragedias.
«La comunidad internacional tiene la responsabilidad compartida de promover un alto el fuego humanitario, la liberación incondicional de todos los rehenes y un aumento masivo de la ayuda para salvar vidas», enfatizó.
Las declaraciones del secretario general coinciden con la toma del lado palestino del cruce de Rafah por el Ejército israelí en medio de las tensiones por el despliegue de una ofensiva más amplia.
Las fuerzas de Tel Aviv confirmaron que controlan el área luego de que la aviación lanzara más de 50 bombardeos contra diversos sitios de la gobernación.
Una jornada antes, los israelíes lanzaron volantes desde el aire y enviaron mensajes de texto pidiendo a la población evacuar varios barrios a pesar de la presión de la ONU y la comunidad internacional para evitar una mayor conflagración.