@RosmeriAlfaro
El esfuerzo de 22 comunidades de San Luis La Herradura, La Paz, germinó frutos al inaugurar la primera escuela de oficios, con el apoyo del gobierno de Chile, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Corporación El Canelo de Nos.
El proyecto cuenta con una inversión de 200 mil dólares y tiene proyectado formar dos promociones beneficiando a 144 personas hasta octubre de 2018. La primera promoción se graduaría en diciembre 2017 y la segunda en octubre 2018.
La escuela, que inició operaciones el 20 de marzo de 2017, brindará talleres de carpintería, hojalatería, soldadura, confecciones y manipulación de alimentos, fortaleciendo las capacidades productivas y mejorando los ingresos y condiciones de vida de los habitantes de las comunidades participantes. El diseño de esta iniciativa nace de un proceso participativo en el que las comunidades en extrema pobreza, trabajaron de dos a tres años, organizándose y reforestando el municipio.
Un total de 446 hectáreas reforestadas de manglar en el estero de Jaltepeque, y la reforestación de 13 kilómetros del bosque del río Jalponga y tres del río Viejo, dando vida a una barrera natural frente a inundaciones por lluvias o vientos, y la implementación de cinco planes para el manejo de la pesca artesanal y de patios productivos, son solo algunos de los esfuerzos de la comunidad hizo para beneficiarse con los fondos.
Angélica Lourdes, de la comunidad La Anona, es una de las mujeres que identificó la necesidad de capacitarse en oficios para mejorar sus condiciones de vida y las de su comunidad. Todos los días desde las 3:30 de la mañana la joven de 18 años, se encuentra en pie haciendo los oficios de su casa para poder, a las 7:00 a.m., asistir al taller de hojalatería, con la esperanza de aprender más sobre la elaboración de baldes de aluminio y ayudar a las 99 familias de su comunidad, las cuales al igual que ella deben sacar agua de pozos artesanales con cubetas.
Angélica dejó de estudiar hace dos años por problemas económicos y de inseguridad, aunque le gustaría terminar su educación básica, aseguró estar consiente que es muy difícil por lo que decidió asistir al taller y aprender un oficio y algún día poder mantenerse de eso.
Al finalizar cada fase lectiva, los monitores implementarán iniciativas relacionadas con los oficios y las Tecnologías Socialmente Apropiadas (TSA) proyectando un alcance de 6600 habitantes.
El proyecto también posee un impacto ambiental positivo, ya que propicia un uso eficiente de los recursos naturales, la energía eléctrica, el consumo de leña y promueve el desarrollo local sostenible.
Con el uso de fogones (cocinas) rocket y de ollas mágicas, La Isla el Condoncillo, la comunidad El Salamar, El Ranchón, La Calzada, La Anona, San Sebastián, El Chingo, entre otras, no solo disminuyen el uso de la leña, sino que mejoran la salud de la población, al no estar expuestas al humo.
La Escuela de Oficios nació para dar continuidad al trabajo realizado por el PNUD El Salvador y El Canelo de Nos desde 2013, en una primera fase de TSA desarrollada en comunidades en Suchitoto, y una segunda en San Luis La Herradura entre 2015 y 2016.
En este esfuerzo se conjugan el financiamiento del Gobierno de Chile a través de Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID), el PNUD y el Programa de Pequeñas Donaciones del GEF (Fondo para el Medioambiente Mundial), con el apoyo de la Embajada de Chile en El Salvador.
La Escuela es una muestra que la construcción de una mejor sociedad es posible estableciendo objetivos en común y protegiendo el medio ambiente.
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