Por Sakher Abou El Oun
Rafah, Territorios Palestinos/AFP
El movimiento islamista Hamas, en el poder desde hace una década en la Franja de Gaza, cedió este miércoles a la Autoridad Palestina el control del paso fronterizo entre el enclave palestino y Egipto, transferencia clave del acuerdo de reconciliación palestina.
Según el acuerdo de reconciliación negociado por Egipto, la Autoridad Palestina –entidad reconocida por la comunicada internacional que prefigura un futuro Estado palestino independiente–, debe tomar el control total de Gaza antes del 1 de diciembre.
El principal responsable de la Autoridad Palestina para los puestos fronterizos, Nazmi Muhana, y su homólogo de Hamas firmaron este miércoles el acuerdo que permite esa transferencia de responsabilidades. Todo ello forma parte de ese acuerdo de reconciliación concluido el 12 de octubre pasado por Hamas y Al Fatah, las dos principales fuerzas palestinas.
En una ceremonia este miércoles por la mañana, Muhana tomó formalmente el control de los puntos fronterizos de Rafah, con Egipto, y de Kerem Shalom, con Israel.
En la frontera entre Gaza e Israel, un fotógrafo de la AFP constató el desmantelamiento de instalaciones de Hamas.
En la terminal de Rafah, en la frontera con Egipto, banderas palestinas y egipcias ondeaban al lado de grandes fotos de los presidentes palestino y egipcio, Mahmud Abas y Abdel Fattah al Sisi.
Funcionarios de la Autoridad Palestina tomarán el control total de la frontera, indicó a la AFP Hisham Adwan, director de la información de la administración de fronteras de Hamas.
Ni verde ni amarillo
Hamas se hizo con el poder de la Franja de Gaza en junio de 2017, al término de enfrentamientos con los miembros de Al Fatah, su rival político dirigido por Abas.
Esta transferencia de los puntos fronterizos era considerado como un primer test para el nuevo acuerdo, tras el fracaso de múltiples intentos de reconciliación en estos diez años anteriores.
«No hay amarillo o verde. Todo el pueblo palestino (está unido) bajo la bandera palestina» afirmó el ministro del Habitat, Mufid al-Hasayneh, aludiendo a los colores de las banderas de los partidos políticos rivales.
Israel impone un bloqueo a la Franja de Gaza desde hace una década, alegando que es necesario controlar al movimiento Hamas, al que considera –igual que Estados Unidos o la Unión europea– como una «organización terrorista», y contra el cual ha librado tres guerras desde 2008.
Egipto, por su lado, también ha cerrado de forma regular su frontera con el enclave palestino. El paso de Rafah no fue abierto este lunes pese a la transferencia de su control a la Autoridad palestina. El Hamas espera que ello ocurrirá en los próximos días.
Los dos millones de habitantes de la Franja de Gaza padecen una deteriorada situación humanitaria, con solamente algunas horas de electricidad por día y escasez de agua potable.
El acuerdo de reconciliación palestina generó la esperanza de una apertura más frecuente de la frontera egipcia, lo que podría atenuar las carencias de la población.
Las principales facciones palestinas se reunirán en El Cairo a fin de mes para negociar la formación de un gobierno de unidad.
Israel declaró que rechazaría cualquier gobierno de unidad que incluyera a Hamas si éste movimiento no se desarma y reconoce el derecho de existencia del Estado judío.
La Organización para la liberación de Palestina (OLP) dirigida por Abas ha reconocido a Israel, pero no así el Hamas.